DISCURSO DEL Dip. OMAR BARBOZA EN LA JURAMENTACIÓN COMO
PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA NACIONAL
Lamentamos comenzar afirmando que nos encontramos
ante el riesgo cierto de la disolución de la República en medio de la anarquía
y la ausencia del Estado de Derecho.
En ese sentido consideramos que existen suficientes
evidencias para asegurar que la crisis general, que incluye la social, la
económica, la institucional, y la moral, tiene como causa principal la pretensión
del grupo que hoy gobierna a nuestro país, de imponerle al pueblo de Venezuela
un modelo que representa un populismo totalitario que utiliza la intervención
del Estado y el control de casi todos los poderes públicos para amparar la
corrupción y la ineficacia, mientras destruye la producción nacional y las
empresas del Estado.
Con ese propósito, desconoce los valores y reglas
democráticas, utiliza la fuerza para impedir la expresión libre del
pensamiento, y al Poder Judicial para darle apariencia de legalidad a sus
atropellos. Cuando la sociedad democrática unida se expresó claramente en
contra de ese modelo por la vía democrática, tal como ocurrió en las elecciones
parlamentarias de diciembre de 2015, entonces decidieron desconocer la voluntad
popular que eligió legítimamente a esta Asamblea Nacional, y para ello violaron
todas las normas para designar a un Poder Judicial controlado por el oficialismo;
que luego para evadir el control constitucional de la Administración Pública
Nacional, declaró arbitrariamente en lo que ellos llaman desacato a esta
Asamblea Nacional.
El hambre, la falta de medicinas, la inseguridad
personal y jurídica, el atraso, el deterioro creciente de la calidad de vida, la
inflación más alta del mundo llegando a la hiperinflación, son consecuencias
directas de las políticas de quienes pretenden eternizarse en el poder.
Es el cambio profundo del modelo que hoy gobierna a
Venezuela, el propósito fundamental que debemos perseguir para superar de
manera definitiva la presente crisis y evitar que se pueda repetir en el
futuro.
Estamos ante una emergencia nacional que es el
Cambio político para que cambie la situación del país, y toda la dirigencia
democrática al lado del pueblo debe incorporarse unida de verdad para lograrlo.
Lo importante de estos procesos es que no perdamos
de vista cuáles son los objetivos de fondo que debemos lograr, y en nuestro
caso, unas elecciones presidenciales rodeadas de todas las garantías para que
cada venezolano ejerza su derecho libremente, debe constituir el objetivo
central.
En consecuencia, con lo expuesto anteriormente
procuraré el mayor consenso para orientar nuestra gestión de manera principal a
lo siguiente: En lo político, la reconstrucción de la unidad democrática como
alternativa para el cambio tendrá todo nuestro apoyo.
En el ejercicio de nuestras atribuciones
constitucionales seguiremos cumpliendo con la obligación del control político de
la Administración Pública, y denunciaremos todos los actos del Gobierno
Nacional que violen la Constitución y las Leyes, o afecten al Patrimonio Público. En cuanto al trabajo
legislativo propiamente dicho, impulsaremos la aprobación de leyes prioritarias,
tal como lo hicimos con la Ley de Producción Nacional, aunque sus trámites se
lleven solo hasta la segunda discusión, mientras dure el bloqueo inconstitucional
al trabajo de esta Asamblea.
En lo social, la propuesta de promover con toda la
fuerza posible una Alianza Nacional para
la Solidaridad Humanitaria. La idea central es estimular a toda la sociedad
venezolana, con la participación de todos los entes privados y públicos que lo
quieran hacer, a formar parte de una acción nacional concertada para concretar
la solidaridad de todos con el pueblo venezolano que sufre como consecuencia de
esta crisis.
La Quinta República ha fracasado estruendosamente,
vamos a construir juntos la República del futuro, la del progreso con justicia
y libertad.
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