jueves, 17 de septiembre de 2015

El sometimiento de los más pobres de la población, a través de la alimentación.

Desde el año 2002,  hemos venido advirtiendo sobre las nefastas consecuencias de las leyes aprobadas por Hugo Chávez mediante la primera ley habilitante, concedida irresponsablemente por la mayoría oficialista de la Asamblea Nacional. Nos referimos específicamente a un paquete de leyes, creadas para intervenir todas las actividades económicas de los circuitos agroalimentarios, desde las unidades primarias de producción (fincas, hatos, conucos, pesca industrial y artesanal) hasta llegar al humilde consumidor.

Esta idiotez ideológica y la “viveza” de una boliburguesía importadora, propició la intervención del sector privado productivo, tal como quedo escrito luego, en los lineamientos fundamentalistas del “Plan de la patria”: «…el control del Estado, de todas aquellas actividades con valor estratégico, para el desarrollo del país, promoviendo nuevas formas de generación, apropiación y distribución del excedente económico. Así como de la renta petrolera». Más claro no canta un gallo rojo.

Para la “sala situacional cubano-chavista”, la actividad con mayor valor estratégico es el sector agroalimentario o sector productor de alimentos, ya que interviniendo este importante sistema de producción privado, “matan dos pájaros con un solo tiro”. Por una parte con la apropiación y la ruina de las unidades de producción primarias, se desataba el desempleo en el medio rural y por la otra, se iniciaba el sometimiento de los sectores más pobres de la población, a través de la alimentación.

Al desatarse el desempleo en el campo, el chavismo “colonizó” la zona rural mediante el populismo y la dádiva representada en las misiones y en los créditos sin garantía de pago. El consumidor fue sometido, con la creación de una red de distribución, para suministrar alimentos subsidiados, en su mayoría de origen importado.

Esta maniobra política le dio resultados, pudiendo conquistar la votación rural, que le fue adversa en las elecciones de gobernadores y en las presidenciales del año 1998. Y con los pobres de la población urbana, que fueron cautivados por la abundancia de comida barata, en los mercales y pedevales. Lo que no calculó el régimen, fue el hecho económico de la caída de los precios del petróleo a nivel internacional. Esta situación los ha puesto en serios aprietos ya que ellos compensaban la falta de producción nacional con alimentos importados.

La destrucción del sistema de producción privado de alimentos, está generando una brutal escasez, imposible de ser cubierta con importaciones, ya que los menguados recursos en divisas no alcanzan y el gobierno, a mediano plazo, tendrá que escoger entre importar o pagar la amortización de la enorme deuda externa, contraída innecesariamente en los años de bonanza petrolera.

Otra grave consecuencia de la enorme caída de la producción nacional, es el descomunal aumento de los precios, que en el sector de alimentos ya supera más del 200% de inflación. Es una elemental consecuencia económica, que cuando la demanda supera la oferta, los precios de los pocos productos que se consiguen aumentan, y no hay regulaciones ni controles que los contengan, todo lo contrario, se incentiva un mercado paralelo que alienta un nivel de desacato a las regulaciones, trayendo como consecuencia mayor aumento de los precios. 

Si en nuestro país, al momento que se aprobaron esas leyes inconstitucionales, y se aplicaron las destructivas medidas contra el sector privado de la producción, hubiese existido una separación y autonomía de los poderes públicos, no estuviéramos padeciendo la situación antes comentada. Pero como dice el dicho popular, “nadie escarmienta en cabeza ajena”, lo que hemos sufrido ya ha convencido a un 80% de la población, sobre la necesidad de un cambio de rumbo, afortunadamente se ha conformado una mayoría sólida, incluyendo a la engañada población urbana y rural, que quiere otra forma de vida. Este cambio va a iniciarse el 6 de diciembre. Con el poder del pueblo, expresado en una Asamblea Nacional autónoma e independiente, vamos a cambiar el rumbo torcido de este gobierno. 


CIFRAS

CANASTA ALIMENTARIA

La Canasta Alimentaria Familiar (CAF) de julio, se ubicó en Bs. 41.681,70; aumentó 30,2% con respecto al mes de junio. Tuvo un incremento de Bs. 9.658,19; monto superior al salario mínimo mensual vigente de Bs. 7.421.68 mensuales.

El incremento anualizado (de julio de 2014 a julio de 2015) es de 228,5 %. Una familia de cinco miembros, para poder completar la canasta básica necesita 5,6 salarios mínimos.

Un almuerzo cuesta de 407,20 bolívares (promedio). El monto del ticket de alimentación oscila entre 75 y 112,50 bolívares, entre el 0.50 y el 0.75 de la unidad tributaria vigente (UT=150 bolívares).

Indice de desacato

La diferencia entre los precios controlados y los precios de mercado es de 684%  
La fuente proviene del Centro de Documentación y Análisis Social de la federación Venezolana de Maestros (CENDAS). El INE no emite información sobre la Canasta Alimentaria Normativa, desde noviembre de 2014.

El 40% de la población económicamente activa que está ocupada, gana un salario mínimo 

SALARIO MÍNIMO
Al dividir el sueldo mínimo de 7.421,60 bolívares mensuales, entre el cambio paralelo de 682,61 bolívares por dólar, el salario se aproxima a los 11 dólares.

Tomando la cifra del gobierno, que hace la operación a 6,30 bolívares por dólar, el salario mínimo sería de 1.179 dólares.


Si el cálculo se hace a las tasas de cambio del Cencoex viajero y del Simadi de Bs. 12 y 199 bolívares, respectivamente, el salario mínimo queda en 618,63 y 41,21 dólares.
Fuente: CTV
ESCASEZ
Análisis de la escasez a través de un documento del gobierno

El estudio es sobre 15 rubros alimenticios, realizado en 19 estados donde solo tres están bajo “Excepción” y donde se supervisaron 258 establecimientos privados y 54 públicos.

Obviamente responsabilizando del problema a la “guerra económica”, cuestión que según todos los sondeos de opinión, más del 80% de nuestra población no cree. Por supuesto el gobierno no analiza el problema de fondo: destrucción de la producción nacional, falta de divisas, corrupción creada por el férreo control, entre otros.



INFLACIÓN


Aumento de precios al detal en el mes de julio
Granos 338,9%; frutas y hortalizas 45,8%; raíces y tubérculos 24,3%; pescados y mariscos  19,3%; carnes y sus preparados 18.8%; azúcar 122.1%; cereales y derivados 17.9%; leche, quesos y huevos 11.8%; café 8,5%; grasas y aceites 6.9%.
Aumento de precios a nivel de mayoristas:

Caraota, saco de 50 kilogramos
Agosto de 2015                                  Bs. 33.000
Junio de 2015                                    Bs.    1.500
Aumento de                                        2.200%



YUCA, saco de 65 kilogramos
Agosto de 2015                                  Bs.  4.000
Enero de 2015                                    Bs.  2.500





PAPAS, saco de 44 kilogramos

Agosto de 2015                                  Bs.  6.500
Enero de 2015                                    Bs.  3.200






PLATANOS, cesta de 70 unidades
Agosto de 2015                                  Bs.  2.000
Enero de 2015                                    Bs.     750








PIMENTÓN, cesta de 17 kilogramos
Agosto de 2015                                  Bs.  3.500
Enero de 2015                                   Bs.   1.600






CEBOLLA, kilogramo al mayor
Agosto de 2015                                  Bs.     300
Enero de 2015                                    Bs.       55






TOMATES, cesta de 254 kilogramos
Agosto de 2015                                  Bs. 6.000
Enero de 2015                                    Bs. 1.400
Aumento de                                           328%





Fuente CENDAS.

Proyecciones sobre la inflación de 2015:

El Índice Nacional de Precios al Consumidor se aceleró 12,8% en julio, la más alta registrada por el Banco Central de Venezuela desde abril de 1989, cuando cerró 13,5%.

Los precios acumulan un incremento de 89,6% entre diciembre de 2014  y julio de 2015.
La inflación anualizada, calculada entre julio de 2014 y julio de 2015  fue de  139%.
La aceleración inflacionaria es tan alta que firmas internacionales y nacionales están revisando sus previsiones para el cierre de 2015 y en algunos casos ubican la cifra en 220% para el cierre del año.

Fuente: Diario El Nacional tomado de información extraoficial cercana al BCV. 

“Ante la ausencia de reportes oficiales en Venezuela, hemos revisado nuestros pronósticos para 2015, los cuales reflejan lo que parece ser un deterioro mucho más significativo de lo que esperábamos”, dice el más reciente informe de la firma estadounidense JP Morgan, e incrementó su previsión inflacionaria para finales del año en un 200%. Fuente: JP Morgan

Según cálculos de la Firma Ecoanalítica la inflación de 2015 será de un 190%

Fuente: Ecoanalitica

Entre julio de 2014 y julio de 2015 la inflación (anualizada) fue de 150%. Proyectamos que al cierre de este año la inflación será de 200%.
Fuente: Firma Econometrica
“Para Venezuela se prevé para este año una inflación cercana a 200%”
Fuente: Econ. Pedro Palma
PIB
Venezuela tendrá una contracción de entre 9 y 10% del producto interno bruto este 2015.
Fuente: Fedecamaras
JP Morgan proyecta un decrecimiento del PIB más alto. De allí que haya corregido su pronóstico inicial de -5,5% y ahora esté calculando una caída de la economía de 8%.
Fuente: JP Morgan
“Para Venezuela se prevé una contracción del PIB próxima a 9%”.

Fuente: Econ. Pedro Palma

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe calcula, que el producto interno bruto (PIB) de Venezuela se contraerá 5,5% para el final de 2015.
Fuente: CEPAL
EXPORTACIONES NO PETROLERAS
Año 1998=    31.2%
Año 2014=     3.6%

Banco Central de Venezuela moroso. 
Cumple ocho meses de este año sin publicar cifras oficiales
En diciembre de 2014 fue la última vez que el Banco Central de Venezuela (BCV), publicó cifras económicas. Mercedes De Freitas, directora de la ONG Transparencia Venezuela, aseguró que el Gobierno viola los derechos humanos de los ciudadanos al ocultarles información que debería ser del conocimiento público.  De acuerdo con la Ley del Banco Central de Venezuela las cifras deben darse a conocer los primeros 10 días de cada mes.
La organización no gubernamental Transparencia Venezuela, introdujo una demanda ante el Tribunal Supremo de Justicia contra el presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, por no publicar los indicadores económicos correspondientes al año 2015. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) rechazó la demanda que Transparencia Venezuela interpuso contra el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes.

Fedecámaras señaló que desde que inició el año 2015, los sectores económicos no manejan información oficial, necesaria para la planificación e inversiones y para el cumplimiento de deberes formales, como la Declaración del Impuesto sobre la Renta; la preparación de los Estados Financieros; los contratos colectivos, con cláusulas de aumento salarial ajustados por inflación; al igual que los contratos del sector privado, con empresas públicas y privadas, con cláusulas escalatorias de aumentos de precios aumentados por inflación.


¿Es el capitalismo la causa de la pobreza?

En esta parte de nuestro boletín hemos seleccionado, un interesante artículo del catedrático venezolano Ricardo Hausmann, Director del Centro para el Desarrollo Internacional y profesor de Economía del desarrollo, en la Universidad de Harvard. En este artículo el Dr. Hausmann, señala evidencias ciertas, del rol del capitalismo en la superación de la pobreza.

Ricardo Hausmann

Publicado originalmente en Project  Syndicate 23 Agosto 2015  

Traducción de Ana María Velasco


Hoy en día se culpa al capitalismo de muchas cosas: la pobreza, la desigualdad, el desempleo y hasta el calentamiento global. Como lo expresó el Papa Francisco en un discurso que pronunció hace poco tiempo en Bolivia: “Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan los pueblos. Y tampoco lo aguanta la Tierra, la hermana madre Tierra como decía San Francisco”.

Pero, ¿son los problemas que preocupan al Papa consecuencia de lo que él llama un capitalismo “desenfrenado”? O, por el contrario, ¿son consecuencia de que el capitalismo no haya logrado implantarse como se esperaba? ¿Debería una agenda para promover la justicia social estar basada en frenar el capitalismo o en eliminar las barreras que impiden su expansión?

La respuesta en América Latina, África, el Oriente Medio y Asia claramente es la segunda opción. Para ver esto, es útil recordar la forma en que Karl Marx imaginaba el futuro.

Hoy día sabemos que cuando el Manifiesto Comunista recién se terminaba de escribir, los salarios en Europa y Estados Unidos comenzaban 160 años de alza, que tuvieron por consecuencia que los trabajadores pasaran a formar parte de la clase media, con automóviles, créditos hipotecarios, pensiones, y preocupaciones pequeño-burguesas. Los políticos de hoy prometen crear empleo – es decir, más oportunidades para que el capital explote a los trabajadores. No prometen apoderarse de los medios de producción.

El capitalismo logró esta transformación porque la reorganización de la producción permitió un aumento de la productividad sin precedentes. La división del trabajo dentro y entre empresas, que para 1776 Adam Smith ya había concebido como el motor del crecimiento, hizo posible una división de los conocimientos entre individuos que permitió que el conjunto supiera más que las partes y formara redes de intercambio y colaboración cada vez más amplias.

Una empresa moderna cuenta con expertos en producción, diseño, comercialización, ventas, finanzas, contabilidad, gestión de recursos humanos, logística, impuestos, contratos, etc. La producción moderna no es simplemente una acumulación de edificios y de equipos de propiedad de Das Kapital y operada por trabajadores fungibles. Más bien, es una red coordinada de personas que poseen diferentes tipos de Das Human Kapital. En el mundo desarrollado, el capitalismo en realidad transformó a casi todos los individuos en trabajadores asalariados, pero también los sacó de la pobreza y los hizo más prósperos de lo que Marx hubiera imaginado.

Esto no es lo único en lo que Marx se equivocó. Lo más sorprendente es que en el mundo en desarrollo la reorganización capitalista se agotó, cuando la gran mayoría de la fuerza laboral estaba aún fuera de su control. Las cifras son impresionantes. Si bien en Estados Unidos una de nueve personas trabaja por cuenta propia, la proporción en India es 19 de 20. Menos de un quinto de los trabajadores en Perú está empleado por el tipo de empresa privada que Marx tenía en mente. En México lo está alrededor de uno de tres.

Incluso al interior de cada país, las mediciones del bienestar están fuertemente relacionadas con la proporción de la fuerza laboral que trabaja en la producción capitalista. En el estado mexicano de Nuevo León, dos tercios de los trabajadores tienen empleo en empresas privadas, mientras que en Chiapas la proporción es sólo uno de siete. No sorprende, entonces, que el ingreso per cápita sea más de nueve veces más alto en Nuevo León que en Chiapas. En Colombia, el ingreso per cápita es cuatro veces más alto en Bogotá que en Maicao. Tampoco sorprende que la proporción de empleo capitalista sea seis veces más alta en Bogotá.

En la empobrecida Bolivia, el Papa Francisco criticó “la lógica de las ganancias a cualquier costo sin pensar en la exclusión social o la destrucción de la naturaleza”, junto con “una confianza ingenua y burda en la bondad de quienes ostentan el poder económico y en el funcionamiento sacralizado del sistema económico predominante”.

Pero esta explicación del fracaso del capitalismo es bien poco acertada. Las empresas más rentables del mundo no están explotando a Bolivia: simplemente, no se encuentran ahí porque consideran que el país no es rentable. El problema más fundamental del mundo en desarrollo es que el capitalismo no ha reorganizado la producción ni el empleo en los países y regiones más pobres, con lo que la mayor parte de la fuerza laboral ha quedado fuera de su ámbito operacional.

Como lo han demostrado Rafael Di Tella y Robert MacCulloch, los países más pobres del mundo no se caracterizan por tener una confianza ingenua en el capitalismo, sino una completa desconfianza, lo que lleva a fuertes demandas de intervención gubernamental y regulación del comercio. Bajo esas condiciones, el capitalismo no prospera y las economías permanecen pobres.

El Papa Francisco tiene razón en enfocar su atención en la difícil situación de los más pobres del mundo. Sin embargo, el sufrimiento de estos últimos no es consecuencia de un capitalismo desenfrenado, sino de un capitalismo que ha sido frenado de manera equivocada.