En esta parte de nuestro boletín publicamos un trabajo realizado por la Unidad de Investigaciones del Portal Runrunes, dirigido por el Periodista Nelson Bocaranda Sardi.
Este artículo ha sido editado por nosotros, por razones de espacio y también para destacar únicamente el contenido correspondiente al tema de alimentación en nuestro país.
Cómo Maduro mintió y ocultó datos en su Memoria y
Cuenta 2016
Fecha: 16/01/2017
Que Venezuela es buena paga. Que la inseguridad es culpa de una “guerra criminal” contra su gobierno. Que la escasez es inducida. Que la oposición atacó el derecho a la alimentación. Si al presidente Nicolás Maduro le hubiese crecido la nariz por cada mentira, evasión o información que ocultó durante la presentación de su Memoria y Cuenta 2016, quizás no hubiese cabido en la camioneta que lo sacó de la sede del Tribunal Supremo de Justicia este domingo, donde llevó a cabo su exposición en lugar de hacerlo ante la Asamblea Nacional, como correspondía.
Que Venezuela es buena paga. Que la inseguridad es culpa de una “guerra criminal” contra su gobierno. Que la escasez es inducida. Que la oposición atacó el derecho a la alimentación. Si al presidente Nicolás Maduro le hubiese crecido la nariz por cada mentira, evasión o información que ocultó durante la presentación de su Memoria y Cuenta 2016, quizás no hubiese cabido en la camioneta que lo sacó de la sede del Tribunal Supremo de Justicia este domingo, donde llevó a cabo su exposición en lugar de hacerlo ante la Asamblea Nacional, como correspondía.
1.- Durante su memoria y cuenta de 2016, Maduro
dijo que desde la oposición se habían alentado “ataques al derecho de la
alimentación” y que el país aún sufría de una “escasez inducida” que su
gobierno había combatido a través de los Comités Locales para la Alimentación y
Producción (CLAP).
El Ejecutivo dejó de cumplir su responsabilidad con
millones de venezolanos quienes, al no poder cubrir sus necesidades básicas,
debieron alimentarse de la basura. El fenómeno masivo se acentuó durante el año
pasado y un estudio de More Consulting señaló
que 15% de la población había admitido haber recurrido a los desperdicios para
poder comer. Además, reveló que 53% de los habitantes del país había dejado de
hacer una comida al día.
Maduro tampoco comentó que la destrucción
del aparato productivo de la nación -que comenzó en la era Chávez con cientos de
expropiaciones y que su gobierno continuó al imponer numerosas restricciones
para el comercio- es una clave esencial para explicar la escasez. La Misión
Alimentación depende, cada vez más, de las importaciones de productos que
dejaron de elaborarse en Venezuela -como es el caso del azúcar, debido a que
más de 50% de los centrales azucareros están paralizados-. Es así desde 2013,
primer año de mandato del actual presidente, y esto se comprobó en la memoria y
cuenta de la mencionada cartera en ese año, en la cual se indicó que las
compras en el exterior habían aumentado 51%
2.- El jefe de Estado apuntó que “los CLAP han
cumplido su propósito de golpear al bachaquerismo” o la reventa de productos
básicos. Tímidamente señaló que en algunos comités se habían infiltrado “viejos
vicios” que tenían como fundamento el “bachaquerismo criminal”, pero aclaró que
estos casos eran minoría.
Lo que evitó decir es que los CLAP se convirtieron
en una nueva forma de sacar partido de la crisis. Los más beneficiados son sus
propios miembros, los más cercanos a la revolución, pues aprovechan para ganar
comisiones con el transporte de los “combos”, no entregan factura de los bienes
vendidos, y comercializan aquellas bolsas que dejan de venderse en sus
comunidades.
Maduro ni siquiera se detuvo a hablar de cómo la
corrupción se había internado en las distintas etapas del comercio de los
alimentos y de cómo los
militares, a pesar de llevar las riendas del Ministerio de Alimentación desde
hace años, no habían frenado el fenómeno sino todo
lo contrario: se descubrió que eran el puente
para que los productos llegaran hasta los bachaqueros.
Tampoco se refirió a los Informes de la
Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), en los
cuales se identificó al bachaqueo como un mecanismo para lavar dinero. El delito
fue dado a conocer por Mildred Camero, ex presidenta de la Comisión Nacional contra el
Uso Ilícito de las Drogas (Conacuid) y experta en materia de drogas, quien
afirmó que funcionarios de la institución habían notado incrementos
desproporcionados en las cuentas bancarias de revendedores, que eran al final
fondos provenientes de la venta de drogas.
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