martes, 6 de febrero de 2018

Hecho en “socialismo”

El régimen ha sometido al sector privado de la producción de alimentos a todo tipo de abusos y arbitrariedades. Esta mala praxis del ejercicio del poder ha venido afectando a cada uno de los integrantes de los circuitos agroalimentarios de la producción. Los sectores afectados son: Las unidades primarias de producción, la pesca artesanal e industrial, el sector financiero, la agroindustria, el agrocomercio y los sectores de almacenamiento, transporte y toda la cadena de comercialización.

La banca pública que representa casi el cuarenta por ciento de la capacidad del financiamiento a la producción, se ha convertido en la “caja chica” del PSUV dedicada a financiar el proselitismo político, prueba de ello son los altos índices de morosidad que presenta el Banco Agrícola de Venezuela. Mediante estos recursos de forma fraudulenta compra votos y ejerce chantaje sobre la población del sector rural. De esta manera el gobierno incumple con su responsabilidad de financiar la infraestructura y el costo de producción anual de los cultivos, de la pesca y de la actividad  pecuaria.

El agrocomercio fue monopolizado por el gobierno a partir de la expropiación de Agroisleña, empresa constituida con capital privado en el año de 1958 y que atendía el cuarenta por ciento del mercado de agroquímicos, semillas y fertilizantes. A partir de 2010 año de la expropiación de Agroisleña y de la creación de Agropatria, el régimen monopoliza el mercado abarcando el 95% de esta actividad, mediante la restricción de divisas a las pequeñas empresas comercializadoras y a las cooperativas y suministradoras de insumos de las organizaciones gremiales.

El monopolio de Agropatria dejó de atender eficientemente a los productores y se dedicó a privilegiar a los intermediarios, desabasteciendo de semillas, de agroquímicos, medicinas veterinarias y de fertilizantes causando la disminución de la producción y de la productividad de los cultivos y de la cría.  Con la complicidad del alto gobierno destruyeron casi en su totalidad los activos de Agroisleña, tanto de la infraestructura industrial como de los inventarios de insumos almacenados al momento de la expropiación. Estos activos estaban valorados en cerca de mil millones de dólares.

Mediante la aplicación de la Ley de Tierra y Desarrollo Agrario, el régimen intervino cerca de ocho millones de hectáreas de tierras pertenecientes a miles de propietarios de unidades de producción agrícola y pecuaria. La inmensa mayoría de estas tierras sujetas de expoliación estaban en plena producción. Las propiedades usurpadas por el régimen fueron convertidas en “Fundos Zamoranos”, que han fracasado casi en su totalidad debido al saqueo de sus bienes, falta de gerencia y corrupción. Al día de hoy el 99% de estas “empresas” se encuentran improductivas.

En las actividades de almacenamiento, transporte y comercialización, se han vulnerado los principios inalienables de la propiedad privada y de la libertad económica. Estos sectores han sido sometidos a regulaciones y ocupaciones forzosas, mediante la aplicación de las leyes de Seguridad y Soberanía Alimentaria, la de Costos y Precios Justos y por una cadena de decretos presidenciales ilegales.

El sector agroindustrial no se ha escapado de esta retahíla de abusos. Empresas en producción y otras semiparalizadas por la ausencia de políticas y estímulos del gobierno, han sido víctimas de la expropiación y de la confiscación del régimen. Sectores agroindustriales del café y del azúcar han pasado a manos del régimen, en un el 83% en el caso del café y en el caso del sector azucarero, diez de los dieciséis centrales azucareros existentes en nuestro país, fueron sujetos de apropiación por parte del gobierno.

Esta calamidad que ha destruido al sector de la producción de alimentos tiene su raíz en la aplicación, por parte del régimen, del modelo comunista fracasado disfrazado con el nombre de socialismo del siglo veintiuno. La consecuencia, ha sido la emergencia humanitaria que está padeciendo nuestra población por la escasez y la carestía de los alimentos que está diezmando a los sectores más vulnerables, con alarmantes cuadros de desnutrición y de enfermedades.

Nuestra población debe abandonar el marasmo inducido por este gobierno, sobreponerse y tomar la entereza suficiente para pensar en el cambio de este régimen por un gobierno democrático, que nos saque de este desastre y que podamos entrar al siglo veintiuno y poder vivir dignamente.

Si logramos el cambio podemos asumir la producción de alimentos como una Política de Estado, que garantice la aplicación de un Plan Agroalimentario para el Pleno Abastecimiento de nuestra población. Una Política de Estado que trascienda a la duración de un periodo presidencial y que garantice seguridad jurídica, rentabilidad, financiamiento suficiente y oportuno para lograr aumentar la producción y la productividad de manera sustentable y aprovechando nuestras condiciones agrológicas sin posturas autárquicas.





CIFRAS DEL BOLETÍN AGROALIMENTARIO NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2017

CANASTA ALIMENTARIA


La Canasta Alimentaria Familiar aumentó en diciembre del pasado año a 16.501.362,78  bolívares,  un incremento de Bs. 9.311.203,80; la variación más elevada desde que se llevan estadísticas en nuestro país
Aumentó un 129,5% con relación al mes de noviembre del pasado año. El aumento intermensual equivale a 52.5 salarios mínimos de ese mes (177.507,43 bolívares).

La canasta tuvo un aumento de 2.927,8% entre diciembre de 2016 y diciembre de 2017.
Se requirieron 93 salarios mínimos para poder adquirir la canasta para una familia de cinco miembros: 550.045 bolívares diarios, más de 3 salarios mínimo mensual.
El costo promedio de un almuerzo para un trabajador en diciembre de 2017 fue de 60.000,00 bolívares. El monto del ticket de alimentación era 9.300,00 bolívares diarios, que representaba 31 veces el valor de la unidad tributaria vigente, (300 bolívares): 279.000 bolívares mensuales para diciembre.
Índice de desacato
Es la diferencia entre los precios controlados y los precios de mercado. En diciembre de 2017 el diferencial fue de 140.433,4%.
CANASTA BÁSICA FAMILIAR

La Canasta Básica Familiar aumentó a 25.123.437,24 bolívares en diciembre de 2017. Representa un incremento de 11.240.071,85 bolívares, 81,0% con respecto al mes de noviembre de 2017. Se necesitaron 837.447,90 bolívares diarios para cubrir su costo. Más de 4 salarios mínimo mensual de esa fecha (Bs. 177.507,4).
La variación anualizada para el período de diciembre 2017 a diciembre de 2016 fue de  Bs. 24.379.840,36, 13. Lo que representa un porcentaje de 3.278,6.
Aumento mensual de la Canasta Básica Familiar 2do semestre 2017

Julio Bs.2.043.083

Agosto Bs.2.938.277

Septiembre Bs3.901.076

Octubre Bs5.594.119

Noviembre Bs13.883.365

Diciembre Bs25.123.437


Fuente: CENDAS

SALARIO INTEGRAL
El gobierno anunció un aumento de 40 % para el salario mínimo a partir del primero de enero de este año, de Bs.177.507 a Bs 248.510
El bono alimentario subió de 279.000 bolívares a 549.000 bolívares, para el salario mínimo integral.
Con este aumento el salario integral totaliza Bs 797.510.
El aumento del 40 % del salario mínimo sumado al incremento del bono de alimentación totaliza una subida del ingreso mínimo de más de un 74 % en un mes. Pero la inflación solamente la del mes de diciembre fue del 81%. Según el INPC publicado por la Asamblea Nacional  el  país cerró 2017 con una inflación de 2.716,50%.
El gobierno aumentó en 600% el sueldo mínimo en 2017 pero la inflación subió 2.716,50%. El salario real de los trabajadores cayó y no tiene ningún tipo de capacidad de compra.



Aún con el alza de 600% en 2017 y el aumento del primero de enero de este año, Venezuela es el país con el salario mínimo más bajo de América Latina: 2 dólares mensuales (febrero 2018). En Argentina, Brasil, Colombia, México, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Chile, el salario mínimo promedio para 2018 será más de 355 dólares aproximadamente. Según las cifras de los bancos centrales e institutos de estadísticas de las naciones mencionadas, la inflación acumulada a noviembre de 2017 fue 5,4% en promedio.
     
                                           Fuente: Sobre La Misma Tierra
A pesar de todos los aumentos de sueldo que ha decretado el gobierno en 2017, los venezolanos reciben más bolívares, pero pueden comprar menos bienes. Al comparar diciembre de 1998 con diciembre de 2017, el poder de compra del ingreso mínimo integral cayó 90%. Durante diciembre de 2017 el poder de compra del ingreso mínimo integral cayó 50%.

Fuente: Henkel García

DESEMPLEO

En 2017 el desempleo se colocó en 19% –el más alto de América Latina–, lo que equivale a 2.600.000 trabajadores. La población económicamente activa o fuerza de trabajo del país se estima en 13.950.000 personas.

Solo 4.000.000 de personas de la población económicamente activa laboraba en el sector formal durante 2017, un 28,5%.

El índice de ocupación en el sector informal es de 7.350.000 de trabajadores, un 52,5%

Fuente: UNETE y Conindustria


El índice de desocupación puede alcanzar 26% este año, lo que incrementará el número de personas en sector informal con una tasa de 56%.

Fuente: Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato

Las estadísticas utilizadas por el FMI para establecer los cambios en el indicador del empleo, se rigen por los estándares internacionales y no por  la metodología que aplica el gobierno venezolano.

Según la metodología internacional, Venezuela figura en el último lugar de America, con una tasa de desocupación de 18,1%.
Fuente: Fondo Monetario Internacional
INFLACIÓN
Al cierre de 2017 la inflación en el mes de noviembre de alcanzó el 56.7% y para el mes de diciembre fue de 85%

La inflación en 2017 fue de 2.716.5%.

Fuente: Asamblea Nacional de Venezuela

La inflación para diciembre de 2017  en Venezuela alcanzó el 81 %.

La inflación acumulada en 2017 fue de 2.735 %.

Fuente: firma de análisis financiero Ecoanalítica

La inflación en diciembre de 2017 se ubicó en 91,8%.

Fuente: índice de precios medido por Econométrica

Venezuela es el único país del mundo que cerrará 2017 con una inflación anual de cuatro cifras. Por detrás de Venezuela se sitúa Sudán del Sur con una inflación del 111 %. El siguiente en la lista es la República Democrática del Congo con una inflación del 50 %.
Fuente: Fondo Monetario Internacional (FMI)

Causas de la inflación
la caída de la producción en Venezuela y el incremento de la masa monetaria por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) para financiar a las empresas del Estado como Petróleos de Venezuela (Pdvsa) son la razón principal del incremento de la inflación.

Fuente: Asamblea Nacional

La inyección descontrolada de dinero base en el sistema y el dramático descalabro de la producción en los últimos años han llevado a la hiperinflación a Venezuela.
El Gobierno, para poder cubrir sus gastos lo que hace es crear dinero base. La base monetaria está creciendo interanualmente más del 1.000 %. La inyección de dinero para compensar el elevado déficit fiscal del Estado, se genera sin ningún tipo de contraprestación, es decir, sin recaudación de impuestos que justifique este crecimiento de base monetaria.
El desequilibrio entre la abundancia de dinero nominal y la falta de bienes y servicios en el mercado, provoca una caída del valor real del bolívar y del poder adquisitivo, que anticipando índices de inflación más altos en el futuro, evita ahorrar en moneda nacional y se apresura a gastarlo.
Fuente: Econométrica
Inflación en alimentos en el mes de diciembre
Todos los rubros subieron de precio en relación al mes de noviembre

Azúcar y sal, 78,7%
Cereales y derivados, 132,8
Pescados y mariscos, 103,7%
Café, 100,6%
Leche, quesos y huevos, 180,9%
Raíces, tubérculos y otros, 69,2% 
Grasas y aceites, 56,9%
Salsas y mayonesa, 168,1%
Granos, 228,6%
Carnes y sus preparados, 141,5%
Frutas y hortalizas, 90,7%
ESCASEZ:
Dieciocho productos presentaron problemas de escasez: leche en polvo, pollo, carne de res, margarina, avena, azúcar, aceite de maíz, arvejas, lentejas, arroz, harina de trigo, pastas alimenticias, salsa de tomate, harina de maíz, café, mayonesa, pan, queso amarillo: el 31,03% de los 58 productos que contiene la canasta.
Fuente: Centro de Documentación y Análisis Social de la federación Venezolana de Maestros (CENDAS).

PIB

Venezuela acumula 15 trimestres de recesión económica. Se registró una contracción de 24,5% entre 2012-2017 y una caída de la actividad económica de 12,0% en los primeros 9 meses de 2017.
Fuente: Índice de Actividad Económica de la Asamblea Nacional (IAEMAN)
En 2014 la economía cayó un 5%; en 2015, el PIB se volvió a contraer un 8% y en 2016, otro 16%. En 2017, la economía se redujo un 14%.
Fuente: Sobre la Misma Tierra


PETRÓLEO


Producción petrolera

Menor inversión, falta de personal calificado, deudas con proveedores y retrasos en labores de mantenimiento han afectado la producción y actualmente, la gerencia de la estatal está encabezada por militares, lo que genera dudas sobre un incremento en la capacidad de extracción.

Aunque el precio del crudo fue 46,6 dólares promedio —33 % mayor que la media de 2016— la producción petrolera estuvo por debajo de los 2 millones de barriles diarios, por lo cual los ingresos siguieron siendo insuficientes.
Para 2018 el flujo de ingresos no será tan elevado, los ingresos petroleros serán de 24,8 millardos de dólares. El precio del crudo se estima en 47 dólares promedio.
Fuente: Ecoanalitica
Comportamiento de la producción de petróleo en Venezuela 2014-2017
Año: 2014 – Producción: 2.373.000 b/día – Precio promedio/barril: 96,26
Año: 2015 – Producción: 2.654.000 b/día – Precio promedio/barril: 49,49
Año: 2016 – Producción: 2.159.000 b/día – Precio promedio/barril: 40,76
Año: 2017 – Producción: 1.955.000 b/día – Precio promedio/barril: 51,45
Fuente: OPEP
CARTERA AGRÍCOLA 2017
La Cartera Agrícola creció 682% en el 2017

Para el 31 de diciembre 2017 la banca debía colocar en el agro el 20% de su cartera bruta. Desde junio (con un monto de 2.411.691 millones de bolívares) se llegó a un 36,72%, con un monto acumulado de 4.613.504 millones, incluyendo Bs 280.053 millones en Certificados de Participación de Bandes. Tan solo dos bancos no lograron el porcentaje requerido.

En los doce meses del año 2017  la Cartera Agrícola se incrementó un 682,01%, al variar de los 711.074 millones al 31 de diciembre de 2016, hasta los 5.560.650 millones de bolívares para final de diciembre de 2017.

La morosidad ampliada conformada por los créditos reestructurados, vencidos y el litigio sumaron 5.889 millones de bolívares. De este monto el 70% correspondió al Banco Agrícola de Venezuela (oficial).

La banca privada aportó el 61,52% de los agrocréditos y la del Estado un 38,47 por ciento.




Fuente: Jacobo Abadi

Del premio de la FAO al reconocimiento de Unicef

En este apartado de nuestro boletín publicamos el interesante artículo de la Dra. Marianella Herrera Cuenca, Nutricionista e investigadora de la Fundación Bengoa y del Cendes-UCV. Este artículo fue publicado en Tal Cual, el 30 de enero de 2018

Del premio de la FAO al reconocimiento de Unicef
Marianella Herrera-Cuenca|@mherreradef 

En el año 2012, ante el reconocimiento positivo que otorgó la FAO, por el “cumplimiento anticipado” de la meta milenio correspondiente a la disminución del índice de subnutrición en Venezuela, un grupo de instituciones: el Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela –Cendes-UCV-  la Fundación Bengoa para la Alimentación y Nutrición, el Colegio de Nutricionistas Dietistas de Venezuela, el Observatorio Venezolano de la Salud, pedimos una audiencia en la oficina de la FAO en Caracas, con el objeto de explicar nuestra divergencia con el reconocimiento otorgado en aquella oportunidad. No estuvimos de acuerdo con la aseveración de que en Venezuela hubiese ocurrido una disminución de la sub-nutrición, tomando como base un indicador de disponibilidad de calorías por persona/día. 

Quienes en ese año estuvimos involucrados en el reclamo, documentado en Anales Venezolanos de Nutrición,  sentimos algo así como haber sido testigos de lo que Gabriel García Márquez llamaría: Crónica de una muerte (por desnutrición) anunciada.

Para que el lector entienda lo del indicador: yo puedo muy bien comprar una caja de chocolates y la pongo en la mesa de la cocina de mi casa, y puedo asumir que mis hijos comieron chocolates, pero no necesariamente es así, alguno pudo tomarla y regalarla a la novia(o). Pero allí estaba la caja de ellos, y asumimos que cada uno comió su porción de chocolates. 

Es como pensar que por el hecho de tener alimentos la gente los ha consumido, no todo lo que está disponible, llega al estómago. En el año 2011-12 ocurrió un evento que pasó a la historia como Pudreval, entre otros, ¿recuerdan? 

Se entendió entonces ¿por qué la disponibilidad de alimentos no es necesariamente un buen indicador que la población está adecuadamente bien nutrida?

Ahora bien, los signos del deterioro del estado nutricional de la población, venían develándose poco a poco, al principio fue muy difícil recopilar data, realizar las investigaciones, pero se hizo, y se hizo bien. El monitoreo de escuelas, el monitoreo de los sistemas de misiones, las mediciones de seguridad alimentaria, la publicación de artículos arbitrados en revistas de alta calidad científica se hizo, con esfuerzo, con pocos recursos, pero se hizo. Ahí están, léanlo señores de las agencias internacionales.

Hubo quien no creyó en la pérdida del poder adquisitivo de los hogares venezolanos impidiendo que una alarmante mayoría no tuviera dinero para comprar los alimentos más básicos (Encovi 2014, 15 y 16). Mi mente de investigadora requiere estadística, la tengo. Encovi trabaja con un muestreo aleatorio, representativo nacional, por cuotas, por ciudades grandes, medianas, pequeñas y caseríos. El doloroso 93% de hogares que no tienen ingresos para comprar alimentos está allí y lo primero que hay que hacer para proteger la seguridad alimentaria de un hogar, es proteger su ingreso real, el que garantiza el poder adquisitivo.

Luego de varios largos años de deterioro y dolorosa miseria, los organismos internacionales comienzan a preocuparse. En un principio llamó profundamente la atención el silencio epidemiológico de la OPS ante la epidemia de difteria. Hasta que no hubo una verdadera alarma no publicó nada en su web. También llamó la atención el informe de seguridad alimentaria de la FAO-OPS del 2016 con data de indicadores de mortalidad infantil de 2009, la publicación de una tabla donde se reporta el índice inflacionario de los alimentos de la región donde Venezuela aparecía con un 253% de inflación solo seguido por Haití con un 20%, sin hacer referencia a ello en el texto.

Luego en 2017, admite más de 4 millones de personas subnutridas en Venezuela. Se podía haber realizado prevención y no se hizo, se podían haber evitado muertes de niños, de madres, de abuelos, pero el silencio pudo más.

Uno se pregunta  ¿para qué sirve un indicador de salud, de nutrición?  Sirve para hacer seguimiento del mismo, si es que mis profesores de epidemiología están en lo cierto. El texto clásico de epidemiología de Ann Ashengrau, a quien tuve el honor de tener como profesora, hace hincapié en el seguimiento y también hace énfasis en determinar los cambios, los que indican mejoría y los que indican deterioro. Los indicadores no solo son un número, son una tendencia.

Haber sido testigos del deterioro profundo para demostrar la crisis, ha sido terrible. Ha sido cruel e inhumano. Gracias a Fundación Bengoa ya sabíamos que en estudios puntuales en población rural en el año 2011 podíamos ver 34% de desnutrición crónica en niños de edad escolar.  Hoy en día gracias a Caritas sabemos que existe un terrible 14.5% de niños vulnerables atendidos por la organización en verdadero riesgo por estar desnutridos de forma aguda. ¿Había necesidad de llegar a ello? El ex secretario general de la ONU Ban Ki Moon, en 2013 tomó una iniciativa llamada “Derechos Humanos Primero” donde el personal en terreno local de las agencias del sistema de Naciones Unidas tenía el deber de notificar lo que veía, con la finalidad de brindar protección a la población civil. En Venezuela, al menos hasta donde he investigado, eso no ocurrió, si me equivoqué y no lo vi, avisenme soy de las que me gusta rectificar. Tuvo que reportarse un gran deterioro, para que la comunidad internacional estuviera al tanto.

El costo de la crisis ha sido muy alto, el costo de no reconocer los problemas públicos continúa siendo extremadamente doloroso.

Un Nuevo tiempo, compromiso permanente

DISCURSO DEL Dip. OMAR BARBOZA EN LA JURAMENTACIÓN COMO PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA NACIONAL

Caracas, 05 de enero de 2018


Lamentamos comenzar afirmando que nos encontramos ante el riesgo cierto de la disolución de la República en medio de la anarquía y la ausencia del Estado de Derecho.

En ese sentido consideramos que existen suficientes evidencias para asegurar que la crisis general, que incluye la social, la económica, la institucional, y la moral, tiene como causa principal la pretensión del grupo que hoy gobierna a nuestro país, de imponerle al pueblo de Venezuela un modelo que representa un populismo totalitario que utiliza la intervención del Estado y el control de casi todos los poderes públicos para amparar la corrupción y la ineficacia, mientras destruye la producción nacional y las empresas del Estado.

Con ese propósito, desconoce los valores y reglas democráticas, utiliza la fuerza para impedir la expresión libre del pensamiento, y al Poder Judicial para darle apariencia de legalidad a sus atropellos. Cuando la sociedad democrática unida se expresó claramente en contra de ese modelo por la vía democrática, tal como ocurrió en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015, entonces decidieron desconocer la voluntad popular que eligió legítimamente a esta Asamblea Nacional, y para ello violaron todas las normas para designar a un Poder Judicial controlado por el oficialismo; que luego para evadir el control constitucional de la Administración Pública Nacional, declaró arbitrariamente en lo que ellos llaman desacato a esta Asamblea Nacional.

El hambre, la falta de medicinas, la inseguridad personal y jurídica, el atraso, el deterioro creciente de la calidad de vida, la inflación más alta del mundo llegando a la hiperinflación, son consecuencias directas de las políticas de quienes pretenden eternizarse en el poder.

Es el cambio profundo del modelo que hoy gobierna a Venezuela, el propósito fundamental que debemos perseguir para superar de manera definitiva la presente crisis y evitar que se pueda repetir en el futuro.

Estamos ante una emergencia nacional que es el Cambio político para que cambie la situación del país, y toda la dirigencia democrática al lado del pueblo debe incorporarse unida de verdad para lograrlo.

Lo importante de estos procesos es que no perdamos de vista cuáles son los objetivos de fondo que debemos lograr, y en nuestro caso, unas elecciones presidenciales rodeadas de todas las garantías para que cada venezolano ejerza su derecho libremente, debe constituir el objetivo central.

En consecuencia, con lo expuesto anteriormente procuraré el mayor consenso para orientar nuestra gestión de manera principal a lo siguiente: En lo político, la reconstrucción de la unidad democrática como alternativa para el cambio tendrá todo nuestro apoyo.

En el ejercicio de nuestras atribuciones constitucionales seguiremos cumpliendo con la obligación del control político de la Administración Pública, y denunciaremos todos los actos del Gobierno Nacional que violen la Constitución y las Leyes, o afecten  al Patrimonio Público. En cuanto al trabajo legislativo propiamente dicho, impulsaremos la aprobación de leyes prioritarias, tal como lo hicimos con la Ley de Producción Nacional, aunque sus trámites se lleven solo hasta la segunda discusión, mientras dure el bloqueo inconstitucional al trabajo de esta Asamblea.

En lo social, la propuesta de promover con toda la fuerza posible una Alianza Nacional para la Solidaridad Humanitaria. La idea central es estimular a toda la sociedad venezolana, con la participación de todos los entes privados y públicos que lo quieran hacer, a formar parte de una acción nacional concertada para concretar la solidaridad de todos con el pueblo venezolano que sufre como consecuencia de esta crisis.

La Quinta República ha fracasado estruendosamente, vamos a construir juntos la República del futuro, la del progreso con justicia y libertad.