lunes, 20 de junio de 2016

Los Papeles de Fedeagro

Primera parte del Informe de Fedeagro sobre el comportamiento de la agricultura vegetal en el 2015 y los factores que influyeron en los "pobres resultados" del pasado año

En el Año 2015 se Acentuó Significativamente la Recesión Agrícola

En el año 2015 continuó la caída de la producción agrícola iniciada en el año 2008. En efecto, de los doce rubros a los cuales Fedeagro hace seguimiento y cuya contribución al Valor de la Producción Agrícola Vegetal supera el 70%, once (11) muestran decrecimientos significativos. Preocupan, por apartarse significativamente de la producción alcanzada en los últimos años, los resultados del arroz, la papa, y las hortalizas. En los cultivos de la caña de azúcar, el  café y el sorgo se registraron mínimos históricos que revelan una acentuada crisis estructural.


Factores que influyeron en los pobres resultados del año 2015.

Son varios los hechos que contribuyeron con este pobre resultado, algunos atribuibles a factores externos difíciles de contrarrestar, como el clima, y otros, relacionados con políticas públicas que inciden negativamente sobre nuestro Sector. 


El factor clima se ha caracterizado en los tres últimos años por una sequía prolongada, afectando con más intensidad ejes productivos localizados en los Llanos Centrales y Orientales del país, en estas regiones se redujo el área de siembra y se perdió gran parte de la superficie sembrada. Muchos productores de maíz afectados, apostaron por el sorgo, perdiendo la apuesta.
En los llanos Occidentales la sequía no tuvo la misma intensidad; no obstante, los agricultores se vieron forzados a sembrar tardíamente, afectándose la productividad de los cultivos. 

En síntesis, se sembró menos y los rendimientos fueron significativamente inferiores a los de los últimos años.

En 2015 se intensificó la problemática de abastecimiento de agroinsumos, maquinarias, equipos, repuestos, cauchos y baterías. Las empresas privadas fabricantes y distribuidoras de semillas y agroquímicos; por una parte, no tuvieron acceso a las divisas para satisfacer la demanda interna de este año y por  otra, no se cubrió la deuda que mantienen con sus proveedores externos, trayendo como resultado limitaciones para importar los agroinsumos. Agropatria, la empresa estatal, no tiene capacidad para cubrir los insumos demandados por los agricultores.

El desabastecimiento de agroinsumos se manifestó más fuertemente en algunos rubros y regiones, resultando más afectados, entre los rubros, las hortalizas, las frutas y los tubérculos y entre las regiones, la Andina.

La sequía impidió alcanzar las metas de superficie cultivada incluida en los planes del Gobierno y del Sector Privado. Esta situación favoreció el abastecimiento de fertilizantes en rubros como los cereales (menos superficie cultivada para un volumen restringido de este insumo); no obstante, en otros renglones hubo fallas considerables. Adicionalmente los costos de fertilizantes y su transporte desde Morón a las unidades de producción, aumentaron significativamente. Pequiven incrementó el precio de los fertilizantes en un 541% y los fletes desde Morón a diferentes destinos superaron el 500%. Estos incrementos, al igual que otros conceptos incluidos en las estructuras de costos de producción, como los gastos financieros, no son tomados en cuenta por la Sundee para ajustar los precios de los rubros controlados.     

La inseguridad rural se ha constituido en uno de los elementos centrales de la desmotivación que hoy impera en el campo venezolano; no solo por las acciones contra las personas y las pérdidas netas, producto de los asaltos, vacunas y pago de rescates; sino también por los costos adicionales en los cuales debe incurrir el productor para protegerse y resguardar sus bienes. La situación se ha tornado dramática en predios que utilizan riego, habida cuenta de los robos de transformadores eléctricos, bombas, aspersores, tuberías y otros implementos y equipos.


Hemos planteado insistentemente el tema del deterioro del parque de maquinaria e implementos agrícolas, producto de la obsolescencia y el desabastecimiento de repuestos. Si no renovamos este parque, es imposible aumentar la frontera agrícola, los productores optan por canibalizar unas unidades para mantener otras operativas, reduciéndose el área cultivada.

Desde el punto de vista tecnológico, las limitaciones de divisas nos están alejando del conocimiento que universalmente se produce y mercadea en el mundo. No ingresan al país nuevas moléculas de agroquímicos con mayor efectividad y el acceso a nuevos equipos y maquinarias es prácticamente nulo, adicionalmente se nos fuga el talento humano que tanto costó formar a la sociedad venezolana.

Por último, es importante mencionar que el ingente incremento de los costos de producción reduce la superficie financiada por la banca privada. Con el porcentaje establecido por la Cartera Agrícola y el volumen de crédito otorgado en créditos en 2014, se financió mucho menos área de cultivos en 2015 y mucho menos área se financiará en 2016. Situación que amerita una revisión.


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