Primera parte del Informe de Fedeagro sobre el comportamiento de la agricultura vegetal en el 2015 y los factores que influyeron en los "pobres resultados" del pasado año
En
el Año 2015 se Acentuó Significativamente la Recesión Agrícola
En el año
2015 continuó la caída de la producción agrícola iniciada en el año 2008. En
efecto, de los doce rubros a los cuales Fedeagro hace seguimiento y cuya
contribución al Valor de la Producción Agrícola Vegetal supera el 70%, once
(11) muestran decrecimientos significativos. Preocupan, por apartarse
significativamente de la producción alcanzada en los últimos años, los
resultados del arroz, la papa, y las hortalizas. En los cultivos de la caña de
azúcar, el café y el sorgo se registraron mínimos históricos que revelan
una acentuada crisis estructural.
Factores
que influyeron en los pobres resultados del año 2015.
Son
varios los hechos que contribuyeron con este pobre resultado, algunos
atribuibles a factores externos difíciles de contrarrestar, como el clima, y otros, relacionados
con políticas públicas que inciden negativamente sobre
nuestro Sector.
El factor
clima se ha caracterizado en los tres últimos años por una sequía
prolongada, afectando con más intensidad ejes productivos localizados en los
Llanos Centrales y Orientales del país, en estas regiones se redujo el área de
siembra y se perdió gran parte de la superficie sembrada. Muchos productores de
maíz afectados, apostaron por el sorgo, perdiendo la apuesta.
En los
llanos Occidentales la sequía no tuvo la misma intensidad; no obstante, los
agricultores se vieron forzados a sembrar tardíamente, afectándose la
productividad de los cultivos.
En síntesis, se sembró menos y los rendimientos fueron significativamente inferiores a los de los últimos años.
En síntesis, se sembró menos y los rendimientos fueron significativamente inferiores a los de los últimos años.
En 2015
se intensificó la problemática de abastecimiento
de agroinsumos, maquinarias, equipos, repuestos, cauchos y baterías. Las
empresas privadas fabricantes y distribuidoras de semillas y agroquímicos; por
una parte, no tuvieron acceso a las divisas para satisfacer la demanda interna
de este año y por otra, no se cubrió la deuda que mantienen con sus
proveedores externos, trayendo como resultado limitaciones para importar los
agroinsumos. Agropatria, la empresa estatal, no tiene capacidad para cubrir los
insumos demandados por los agricultores.
El
desabastecimiento de agroinsumos se manifestó más fuertemente en algunos rubros
y regiones, resultando más afectados, entre los rubros, las hortalizas, las
frutas y los tubérculos y entre las regiones, la Andina.
La sequía
impidió alcanzar las metas de superficie cultivada incluida en los planes del
Gobierno y del Sector Privado. Esta situación favoreció el abastecimiento de
fertilizantes en rubros como los cereales (menos superficie cultivada para un
volumen restringido de este insumo); no obstante, en otros renglones hubo
fallas considerables. Adicionalmente los costos de fertilizantes y su
transporte desde Morón a las unidades de producción, aumentaron
significativamente. Pequiven incrementó el precio de los fertilizantes en un
541% y los fletes desde Morón a diferentes destinos superaron el 500%. Estos
incrementos, al igual que otros conceptos incluidos en las estructuras de
costos de producción, como los gastos financieros, no son tomados en cuenta por
la Sundee para ajustar los precios de los rubros controlados.
La
inseguridad rural se ha
constituido en uno de los elementos centrales de la desmotivación que hoy
impera en el campo venezolano; no solo por las acciones contra las personas y
las pérdidas netas, producto de los asaltos, vacunas y pago de rescates; sino
también por los costos adicionales en los cuales debe incurrir el productor
para protegerse y resguardar sus bienes. La situación se ha tornado dramática
en predios que utilizan riego, habida cuenta de los robos de transformadores
eléctricos, bombas, aspersores, tuberías y otros implementos y equipos.
Hemos planteado insistentemente el tema del deterioro
del parque de maquinaria e implementos agrícolas, producto de la
obsolescencia y el desabastecimiento de repuestos. Si no renovamos este parque,
es imposible aumentar la frontera agrícola, los productores optan por
canibalizar unas unidades para mantener otras operativas, reduciéndose el área
cultivada.
Desde el punto de vista tecnológico, las
limitaciones de divisas nos están alejando del conocimiento que universalmente
se produce y mercadea en el mundo. No ingresan al país nuevas moléculas de
agroquímicos con mayor efectividad y el acceso a nuevos equipos y maquinarias
es prácticamente nulo, adicionalmente se nos fuga el talento humano que tanto
costó formar a la sociedad venezolana.
Por
último, es importante mencionar que el ingente incremento de los costos de
producción reduce la superficie financiada por la banca privada. Con el
porcentaje establecido por la Cartera
Agrícola y el volumen de
crédito otorgado en créditos en 2014, se financió mucho menos área de cultivos
en 2015 y mucho menos área se financiará en 2016. Situación que amerita una
revisión.
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