El informe presentado por el Banco Central de Venezuela el 15 de enero pasado es tardío, incompleto y evasivo, y con él se pretende fortalecer los argumentos falsos que justifican la continuidad de una política económica que ha destruido el aparato productivo nacional.
La responsabilidad de Nelson Merentes y de la directiva del BCV, es clara tanto en la generación de la crisis como en su ocultamiento, permitió la expansión monetaria y la destrucción de la moneda nacional, le escondió a país, violentando la vigente Ley del BCV, los resultados económicos de la fracasada política gubernamental.
La
profundidad de la crisis no deriva de la caída de los precios del petróleo, como
lo señala el informe, es consecuencia de la destrucción sistemática del aparato
productivo nacional asumida como política de Estado. La economía y la sociedad
venezolana han funcionado con precios del petróleo más bajos que los actuales.
En los primeros dos trimestres de 2014 el precio del petróleo se ubicó por
encima de 90 $ el barril, y hubo una caída del PIB de más de 5% en cada
trimestre.
En
este informe se vuelve a repetir el concepto de “guerra económica”, cuando la realidad es que en Venezuela el gobierno
ha destruido cualquier tipo de incentivos para invertir y producir, creando a
la vez un sistema de administración de la economía que estimula la corrupción,
inhibiendo cualquier forma de emprendimiento productivo. Cada vez que el
gobierno nos habla de “guerra económica” nos alejamos de la solución de la
presente crisis.
De
este informe se desprende también una expresión de la profundidad de la crisis
que estamos viviendo los venezolanos, y que solo se ha podido “maquillar”
parcialmente. Aún con cifras manipuladas tenemos la más alta inflación del
mundo.
El
BCV también señala una alta inflación acumulada en alimentos, con un
254% de crecimiento entre septiembre de 2014 y septiembre de 2015. Este
desmedido aumento, generó una caída del poder adquisitivo de la población de
34% anualizado hasta septiembre, creando un alto impacto en las familias
venezolanas que destinan el 45% de sus ingresos, en adquirir productos de la
cesta alimentaria. El informe no señala el índice de escasez, que es el
problema más importante para los venezolanos. La última publicación de esta
cifra fue en enero de 2014.
Del informe podemos deducir que nuestra economía presenta una caída acelerada, fruto de una política errada del gobierno nacional. Tenemos siete trimestres seguidos de caída económica, cerrando con un -7,1% en el tercer trimestre de 2015, con una disminución histórica en la actividad económica no petrolera de un -11,1 en manufactura y del -12,8 en comercio.
Del informe podemos deducir que nuestra economía presenta una caída acelerada, fruto de una política errada del gobierno nacional. Tenemos siete trimestres seguidos de caída económica, cerrando con un -7,1% en el tercer trimestre de 2015, con una disminución histórica en la actividad económica no petrolera de un -11,1 en manufactura y del -12,8 en comercio.
La
industria de la construcción cayó en -20,2%, con una disminución del -22,4% de
la construcción pública, lo que pone en entredicho el crecimiento de la Misión Vivienda y la
disminución de los niveles de desempleo, ya que este sector es el que genera
más empleos. En el 2014 y el 2015 hubo recurrentes crisis en los servicios de
agua y electricidad, crisis que el Estado fue incapaz de responder
eficientemente, el informe muestra una caída de -3,7%, y se augura una
profundización de la crisis de estos servicios para este año.
El BCV evade el tema del manejo
de los Fondos: El Fondo de Estabilización Macroeconómica está en la constitución,
para proteger la economía de la caída de los precios del petróleo. Luego de la
bonanza petrolera más larga de nuestra historia, el Fondo que debía ser
administrado por el BCV sólo tiene US$ 3 millones. A ese Fondo, el BCV le
transfiere reservas internacionales y este organismo no rinde cuentas. En este
informe no se indica cuánto se le ha transferido al FONDEN desde IV trimestre
de 2014.
El BCV afirma en el informe que
el dólar paralelo es fijado "sin ningún criterio ni sustento
económico", pero no explica cuál es el criterio para mantener tres tipos
de cambios oficiales rígidos, a pesar de "la dinámica económica del
país".
En síntesis, el Banco Central de Venezuela controlado por el Ejecutivo Nacional, ha fracasado en sus objetivos constitucionales, que son defender la estabilidad de la moneda y de los precios. Concluimos señalando que, este informe pretende colocar una plataforma para impedir el cambio en el modelo económico, que nos ha llevado al presente desastre al evadir las dimensiones de la crisis y sus responsabilidades en una política económica desastrosa.
En síntesis, el Banco Central de Venezuela controlado por el Ejecutivo Nacional, ha fracasado en sus objetivos constitucionales, que son defender la estabilidad de la moneda y de los precios. Concluimos señalando que, este informe pretende colocar una plataforma para impedir el cambio en el modelo económico, que nos ha llevado al presente desastre al evadir las dimensiones de la crisis y sus responsabilidades en una política económica desastrosa.
Caracas, 19 de enero de 2016
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