sábado, 30 de enero de 2016

O cambian o los cambiamos

El colmo de la indolencia oficial se manifiesta en presentar a nuestra maltratada población, un paquete económico que representa más de lo mismo, es decir El Plan de la Patria disfrazado de “nuevo modelo económico”.


Con esta mezcla de idiotez ideológica y corrupción lo que hemos cosechado es escasez, carestía y pobreza además, como si fuera poco, tenemos un gobierno convertido en el primer latifundista de nuestro país, poseedor de cerca de 15 millones de hectáreas improductivas. Un gobierno que,  irresponsablemente,  invierte nuestros menguados recursos en una burocracia electoral y en experimentos fracasados como las denominadas comunas.
Nuestra Constitución es muy clara al señalar que se debe “alcanzar la soberanía alimentaria privilegiando la producción interna”, por razones ideológicas, se ha hecho todo lo contrario en estos últimos 17 años,  para desestimular la producción interna de alimentos. Pero lo más grave es que no han sido capaces de garantizar la disponibilidad suficiente y estable de alimentos, ni siquiera privilegiando las importaciones.

El otro aspecto del problema es la corrupción, la cual ha doblegado la producción interna, fomentando de esta manera el afán de lucro de las mafias de importadores, enquistadas en la médula de los organismos oficiales, “responsables” del abastecimiento agroalimentario de nuestra población.

En esta arremetida del régimen contra el sector productivo, ha sido determinante el control de divisas, el cual ha permitido medio abastecer al país con importaciones de alimentos de dudosa calidad sanitaria, comprados con dólares preferenciales, mientras se obliga a los productores a comprar insumos, repuestos, maquinarias e implementos a precio de dólar libre.

Pero lo más grave es que se ha establecido una perversa “Política de Estado” para diezmar la actividad agrícola y pesquera interna. Para ello se han confabulado todos los poderes públicos con el Ejecutivo Nacional, para permitir y promover las invasiones de predios agrícolas ejecutadas por el INTI con apoyo militar, para luego proceder a su ocupación ilegal, violando de esta manera los artículos 112, 115 y 116 de nuestra Constitución Nacional.


De igual manera se ha procedido en contra del sector agroindustrial y contra el agrocomercio, con la ocupación y expropiación de las plantas procesadoras de alimentos y de las plantas de fabricación de agroquímicos y de sus canales de distribución, sin cumplir con lo establecido en la normativa legal.
Por otra parte, la impunidad con que actúa la delincuencia en el campo, permite que los Derechos Humanos Fundamentales sean  violados ante la incapacidad oficial de proteger  los bienes y la integridad física  de los pescadores, de los productores rurales y de sus familiares, los cuales son víctimas de secuestros, robos, abigeato, actos de piratería y muerte.
Capitulo aparte nos merece el deterioro progresivo de la infraestructura social y productiva  del campo: el abandono de los planes de viviendas (existe un déficit de 200.000 viviendas), de los centros de salud, de la electrificación, de las instalaciones sanitarias y especialmente de la vialidad, así como de los sistemas de riego, de los drenajes y de las instalaciones de almacenamiento.



Este desastre en materia agroalimentaria, que el gobierno pretende continuarlo con su Decreto de Emergencia Económica, es el responsable de todo el sufrimiento de los venezolanos, que viven día a día sus consecuencias. 



Evidentemente, el régimen no quiere cambiar, pero la calle dice “o cambian o los cambiamos”.


CIFRAS


CANASTA ALIMENTARIA

La Canasta Alimentaria Familiar (CAF) del mes de diciembre de 2015, se ubicó en Bs. 93.600; aumentó 18% con respecto al mes de noviembre (Bs. 79.255,26). Tuvo un incremento de Bs 14. 344,74; monto superior al salario mínimo vigente en noviembre (Bs. 9.648,18). En un año, entre diciembre de 2014 y diciembre de 2015, el incremento ha sido de 443,2%. 

Una familia de cinco miembros, para poder completar la canasta alimentaria necesitó en diciembre 9,7  salarios mínimos. En enero de 2015 la canasta alimentaria familiar costaba 18.342,96 bolívares y se necesitaban 3,8 salarios mínimos para poder adquirirla.

El costo promedio de un almuerzo para un trabajador es de 535,00 bolívares. El monto del ticket de alimentación es 225,00 bolívares, el 1.5 de la unidad tributaria vigente (150 bolívares).

Índice de desacato


La diferencia entre los precios controlados y los precios de mercado aumentó de 1.997,11% a 2.260,04%
Centro de Documentación y Análisis Social de la federación Venezolana de Maestros (CENDAS).
El 40% de la población económicamente activa que está ocupada, gana un salario mínimo
Fuente: Encuesta de Condiciones de Vida 2014, Venezuela, UCAB-UCV-USB.
INFLACIÓN
La inflación en Venezuela alcanzó 270% en 2015; se estima que la variable para 2016, de mantenerse las mismas políticas será de 500%.
Venezuela es el país con la inflación más alta del mundo, esto según los índices realizados por el Banco Mundial.
Los informes internacionales señalan que la inflación de nuestro país, supera a economías afectadas por guerras, como Sudán del Sur, Ucrania y Siria. Sudán del Sur con 109% de inflación, este país enfrenta una guerra civil desde el 2011, Ucrania con un índice de 43,3% y Siria con 39,7%.

Departamento de América Latina del Fondo Monetario Internacional (FMI)

El Banco Central de Venezuela informó, que el crecimiento en el precio de los alimentos entre septiembre de 2014 y septiembre de 2015, fue de un 254% y que el índice general de precios del consumidor (IGPC) fue de 141,5%.
Banco Central de Venezuela
Aumento mensual por rubro

Todos los rubros de la canasta alimentaria subieron de precio:
Raíces, tubérculos y otros 29,4%                                                  
Frutas y hortalizas 27,4%
Pescados y mariscos 22,6%
Azúcar y sal 22,5%
Carnes  y sus preparados 21,3%
Salsa y mayonesa 19,1%
Cereales y productos derivados 11,9%                                              
Granos 11,2
Café 3,2%
Leche, quesos y huevos 2,0%
Grasas y aceites 1,3%                                                                                  
Caída del poder de compra del salario real

Para adquirir los alimentos el déficit del salario mínimo en enero de 2015 (Bs. 4.889,11), fue de 13.453,85 Bs. que equivale a 73,3%. En diciembre de 2015 fue de 83.951,82  Bs. el equivalente al 89,7%.
Estas cifras evidencian el impacto del incremento sostenido de la inflación, en los ingresos de los consumidores.

Centro de Documentación y Análisis Social de la federación Venezolana de Maestros (CENDAS)

El año pasado (2015) la contracción del salario en promedio fue de 35%. “La peor contracción del salario en los últimos 26 años.
Firma Ecoanalítica
La consecuencia de la caída del poder adquisitivo es el aumento delos índices de pobreza. Según la encuesta Condiciones de Vida 2015, el 76% de los venezolanos están en situación de pobreza y el 49% en situación de pobreza crítica.
Economista Sary Levy

ESCASEZ




24 Alimentos que representan el 41,3% de los 58 rubros que contiene la canasta, tuvieron problemas de escasez: leche en polvo, sardinas enlatadas a precio regulado, atún enlatado, pollo, carne de res, margarina, azúcar, pernil, aceite de maíz, huevos de gallina, queso blanco duro Santa Bárbara, caraotas, arvejas, lentejas, arroz, harina de trigo, avena, pan, pastas alimenticias a precio regulado, harina de maíz, café, salsa de tomate, mayonesa y queso amarillo.
Centro de Documentación y Análisis Social de la federación Venezolana de Maestros (CENDAS)
Un boletín con información recogida el 18 de enero de este año, en el que se reportan una escasez de entre 59% y 91% en 17 de los principales productos de la cesta básica, en los estados Lara, Falcón, Yaracuy y Zulia.
El café registró una escasez de 91%; carne de res 82% en la región y 89% en Zulia; pollo 80% en la región y 90% en Zulia; leche en polvo 87% en la región y 90% en Lara y Yaracuy; azúcar 84% en la región y 89% en Falcón; harina de maíz 80% en la región y en Zulia 88%; queso 28% en la región y 45% en Yaracuy; arroz 40% en región y 50% en Lara; la pasta 60% en la región; los huevos 59% en la región; el aceite 80% en la región y 90% en Falcón.
Comando Estratégico Operacional de la Región Estratégica de Defensa Integral Occidental (CEO)




Un informe destinado a justificar la continuidad del fracaso económico del gobierno

En esta parte de nuestro boletín, les presentaremos el resumen del documento, elaborado por la Secretaría Nacional de Políticas Públicas de UNT, relacionado con el último informe del BCV.

 El informe presentado por el Banco Central de Venezuela el 15 de enero pasado es tardío, incompleto y evasivo, y con él se pretende fortalecer los argumentos falsos que justifican la continuidad de una política económica que ha destruido el aparato productivo nacional.

La responsabilidad de Nelson Merentes y de la directiva del BCV, es clara tanto en la generación de la crisis como en su ocultamiento, permitió la expansión monetaria y la destrucción de la moneda nacional, le escondió a país, violentando la vigente Ley del BCV, los resultados económicos de la fracasada política gubernamental.

La profundidad de la crisis no deriva de la caída de los precios del petróleo, como lo señala el informe, es consecuencia de la destrucción sistemática del aparato productivo nacional asumida como política de Estado. La economía y la sociedad venezolana han funcionado con precios del petróleo más bajos que los actuales. En los primeros dos trimestres de 2014 el precio del petróleo se ubicó por encima de 90 $ el barril, y hubo una caída del PIB de más de 5% en cada trimestre.

En este informe se vuelve a repetir el concepto de “guerra económica”,  cuando la realidad es que en Venezuela el gobierno ha destruido cualquier tipo de incentivos para invertir y producir, creando a la vez un sistema de administración de la economía que estimula la corrupción, inhibiendo cualquier forma de emprendimiento productivo. Cada vez que el gobierno nos habla de “guerra económica” nos alejamos de la solución de la presente crisis.

De este informe se desprende también una expresión de la profundidad de la crisis que estamos viviendo los venezolanos, y que solo se ha podido “maquillar” parcialmente. Aún con cifras manipuladas tenemos la más alta inflación del mundo.

El BCV también señala una alta inflación acumulada en alimentos, con un 254% de crecimiento entre septiembre de 2014 y septiembre de 2015. Este desmedido aumento, generó una caída del poder adquisitivo de la población de 34% anualizado hasta septiembre, creando un alto impacto en las familias venezolanas que destinan el 45% de sus ingresos, en adquirir productos de la cesta alimentaria. El informe no señala el índice de escasez, que es el problema más importante para los venezolanos. La última publicación de esta cifra fue en enero de 2014.

Del informe podemos deducir que nuestra economía presenta una caída acelerada, fruto de una política errada del gobierno nacional. Tenemos siete trimestres seguidos de caída económica, cerrando con un -7,1% en el tercer trimestre de 2015, con una disminución histórica en la actividad económica no petrolera de un -11,1 en manufactura y del -12,8 en comercio.

La industria de la construcción cayó en -20,2%, con una disminución del -22,4% de la construcción pública, lo que pone en entredicho el  crecimiento de la Misión Vivienda y la disminución de los niveles de desempleo, ya que este sector es el que genera más empleos. En el 2014 y el 2015 hubo recurrentes crisis en los servicios de agua y electricidad, crisis que el Estado fue incapaz de responder eficientemente, el informe muestra una caída de -3,7%, y se augura una profundización de la crisis de estos servicios para este año.

El BCV evade el tema del manejo de los Fondos: El Fondo de Estabilización Macroeconómica está en la constitución, para proteger la economía de la caída de los precios del petróleo. Luego de la bonanza petrolera más larga de nuestra historia, el Fondo que debía ser administrado por el BCV sólo tiene US$ 3 millones. A ese Fondo, el BCV le transfiere reservas internacionales y este organismo no rinde cuentas. En este informe no se indica cuánto se le ha transferido al FONDEN desde IV trimestre de 2014.

El BCV afirma en el informe que el dólar paralelo es fijado "sin ningún criterio ni sustento económico", pero no explica cuál es el criterio para mantener tres tipos de cambios oficiales rígidos, a pesar de "la dinámica económica del país".

En síntesis, el Banco Central de Venezuela controlado por el Ejecutivo Nacional, ha fracasado en sus objetivos constitucionales, que son defender la estabilidad de la moneda y de los precios. Concluimos señalando que, este informe pretende colocar una plataforma para impedir el cambio en el modelo económico, que nos ha llevado al presente desastre al evadir las dimensiones de la crisis y sus responsabilidades en una política económica desastrosa.

Caracas, 19 de enero de 2016