lunes, 27 de julio de 2015

Estalló la burbuja roja

Ya se ha desdibujado la patraña que mantuvo todo este tiempo la propaganda oficial, pregonando virtudes en lo económico, social y político. Ya a nivel mundial se percibe este gobierno como un régimen paria e inviable desde todo punto de vista, eso también lo reconocen en voz baja, los países que han recibido y los que siguen recibiendo el “fruto” del saqueo de nuestra economía.

La burbuja estalló y lo que queda es pobreza, inseguridad, carestía y escasez, desempleo y malos servicios públicos, entre otros males que nos aquejan. La economía de nuestro país retrocedió, a niveles hasta ahora desconocidos.

El gobierno ha sido cuestionado por la mayoría de las organizaciones internacionales (gubernamentales y ONGs) defensoras  de derechos humanos,  se nos sitúa entre los diez países del mundo con los niveles más altos de corrupción en el sector público. Nuestras posibilidades de atraer inversiones son casi nulas. Estamos perdiendo la guerra contra el narcotráfico, somos señalados por los países de Europa, como los primeros en el contrabando de drogas que ingresa a ese continente.

En dieciseis años, los gobiernos chavistas tuvieron ingresos superiores a los mil millones de millones de dólares, por concepto de ingresos petroleros y el equivalente en dólares a lo recaudado en impuestos. Estos ingresos son superiores a todo lo ingresado a nuestro país en todos los gobiernos que hemos tenido como Republica.

A pesar de tan voluminosos ingresos, el chavismo nos endeudó con la astronómica cifra de más de 150.000 millones de dólares de deuda pública. Sumado a este pasivo está la deuda comercial pública, calculada en más de 42.000 millones de dólares. Esta deuda se origina por el pago de expropiaciones; el incumplimiento del convenio cambiario asumido con la empresa privada, por concepto de importaciones ya efectuadas (10.000 millones de dólares); compromisos nacionales e internacionales de Pdvsa y de otras empresas públicas.

Hasta hoy se ha venido pagando la deuda pública financiera, pero con la deuda comercial se mantiene en cesación de pago o default, poniendo en situación de insolvencia a las empresas privadas de bienes y servicios, por el incumplimiento en la cancelación del convenio cambiario. Esta situación ha traído como consecuencia, la pérdida del crédito externo y por supuesto la escasez de insumos, alimentos, medicinas, repuestos, maquinarias, vehículos y de boletos aéreos, entre otras calamidades.

La burbuja estalló y nos deja un saldo en rojo, lo más significativo de este balance negativo es:

La destrucción del sector privado productor de alimentos, que ha generado la dependencia en un 70%, de las importaciones de alimentos manufacturados y de la materia prima para la agroindustria.

En materia de seguridad ciudadana, el año pasado se registraron 82 homicidios por cada 100 mil habitantes, en su mayoría estos crímenes son cometidos por jóvenes que al inicio de los gobiernos chavistas tenían entre cinco a diez años de edad. El promedio mundial es de 10 homicidios por cada 100 mil habitantes.

Más de 65% de escasez en alimentos, medicinas y de otros bienes esenciales. Los organismos internacionales consideran moderada una escasez inferior al 5%.

La inflación de este año, según estimaciones de analistas económicos y de organismos financieros públicos y privados nacionales e internacionales (el BCV no publica esta cifras desde hace siete meses), calculan que la inflación superará el 170% y en alimentos será superior al 200%. Ambas estimaciones, nos ubican como la mayor inflación mundial.

El desempleo y el subempleo medido por parámetros internacionales ya superan el 65% de la población económicamente activa.

Aumento significativo de la pobreza. Estudios realizados por la UCAB, la UCV y la USB, determinaron que para finales del 2014, el 48% de nuestra población estaba en situación de pobreza y que el 24% padecía de pobreza extrema. Esta situación de pobreza extrema, evidentemente se ha agravado considerablemente este año, si tomamos en consideración el costo de la canasta alimentaria correspondiente a mayo de 2014, que fue de Bs. 4.448,56 (última cifra publicada por el INE) y el costo de mayo de 2015, de Bs. 24.694,21 (publicada por el CENDAS). Este desproporcionado aumento de la canasta alimentaria en un año, no fue compensado por un aumento del salario mínimo, ya que para adquirir la canasta de mayo de este año se necesitaban 3.7 salarios mínimos, por lo tanto, la pobreza extrema, medida por la línea de ingresos tiene que haber aumentado considerablemente.

A pesar de este desastre al que nos ha conducido, esta perversa alianza entre la extrema izquierda, los Castro, los boliburgueses, el militarismo facho y la narcoguerrilla, vamos a recuperar nuestro país, y concluyo citando lo dicho por la Comisión Episcopal de Venezuela, en su última declaración con motivo de la instalación de su la 104 Asamblea Ordinaria. “Estas elecciones son un evento muy significativo con el mismo rango, en esta ocasión, que las presidenciales porque nos van a permitir la recomposición de la vida económica y social de Venezuela. Después de las elecciones la sociedad se verá obligada a reestructurarse. Frente a las grandes dificultades del país, la salida tiene que ser democrática y constitucional. Para esto son las elecciones”.     






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