sábado, 4 de abril de 2015

2014 Un Año Gris para la Producción Agrícola Venezolana (Primera parte)

Hemos seleccionado para esta parte de nuestro boletín, el análisis de FEDEAGRO, sobre el comportamiento de la actividad de la producción agrícola vegetal en el pasado año de 2014. Análisis que publicaremos en dos partes, para garantizar su contenido original.


2014 Un Año Gris para la Producción Agrícola Venezolana

 El año 2014 fue de resultados poco alentadores para el Sector Agrícola Nacional. De los doce rubros vegetales a los cuales Fedeagro estima la producción, ocho decrecieron y cuatro crecieron con respecto al año 2013

El año 2014 fue de resultados poco alentadores para el Sector Agrícola Nacional. De los doce rubros vegetales a los cuales Fedeagro estima la producción y cuya contribución al Valor de la Producción Agrícola del Subsector Vegetal supera el 80%, ocho decrecieron y cuatro crecieron con respecto al año 2013.

Además de la caída en la superficie sembrada de algunos rubros, los rendimientos se ubicaron por debajo de los obtenidos en el año 2013, año de clima excepcional para la Región Centro Occidental.

Confluyen un conjunto de factores responsables de los poco alentadores resultados de la agricultura; unos atribuibles al comportamiento climático y otros a problemas de orden estructural y coyuntural sobre los cuales las políticas públicas pecan de errores y/u omisiones. Trataremos de acotar los que nuestro juicio son más relevantes

El régimen de lluvias, en los tres últimos años, pareciera adoptar un patrón diferente, especialmente en el Centro y Oriente del país, caracterizado por un desplazamiento del inicio del invierno y cambio en la frecuencia y en el volumen de precipitaciones. Los registros pluviométricos de los últimos años muestran evidencias de estos cambios y obligan a adoptar un conjunto de acciones. 

Fedeagro y sus asociaciones han venido promoviendo y presentando en diferentes instancias (Comisión Presidencial Agrícola, MAT y Comisiones Estadales de Guárico y Portuguesa) algunas acciones en esta dirección, entre las cuales destacan: Plan estadal de Conservación de Forrajes, Programa de Perforación de Pozos, Programa de Construcción y Acondicionamiento de Lagunas, Programa de Fundación de Pastizales, Plan de Acondicionamiento de Vías Nacionales, Recuperación de la Vialidad Rural, Adquisición de Maquinaria, Equipos y Repuestos para ampliar la frontera de pastos y rubros agrícolas, y un Programa de Estímulo a la Industrialización en los estados afectados por la sequía. Con igual propósito hemos planteado la necesidad de acceder a materiales genéticos adaptados a bajas demandas de agua.

Con relación a los factores sobre los cuales la influencia de las políticas públicas es determinante, es preciso señalar el impacto sobre la producción agrícola, la restricción de divisas para la importación de bienes, productos  y servicios fundamentales. En 2014 hubo fallas o atrasos en el abastecimiento de semillas (hortalizas, sorgo, papa), de agroquímicos (fungicidas, insecticidas, herbicidas, etc.), de maquinarias, equipos, vehículos de carga repuestos,  mangueras para riego, sustrato para plántulas, cauchos para tractores y para vehículos de carga, baterías, lubricantes y combustibles. Estos factores impidieron cumplir los planes de siembra y terminaron reduciendo la superficie cultivada.

Los precios a nivel del productor de los rubros regulados continúan siendo fijados sin atender las estructuras de costos. El resultado es un desestimulo a la producción, particularmente crítico en maíz y sorgo, la caña de azúcar, el café y la naranja.

Poca atención y acciones del Ejecutivo se desarrollaron para enfrentar la proliferación de plagas y enfermedades de importante significación en zonas y rubros de amplia base social, como por ejemplo el café (broca y roya).  

No priva en nosotros una concepción autárquica de la agricultura; pero no concebimos el desarrollo privilegiando las importaciones, toda vez que estas compiten con la producción nacional en condiciones de amplias y significativas ventajas; en efecto, gran parte de las importaciones son de origen transgénico, y generalmente subsidiadas y producidas en economías con inflación de un solo dígito (bajo).

Hemos planteado la necesidad concertar con el sector productivo la política de importaciones, asegurando que los volúmenes se correspondan con los déficits internos, que no compitan en oportunidad y costos con la cosecha nacional y sean accesibles al consumidor. En este sentido hemos propuesto, y hoy lo reafirmamos, la creación de un Consejo Nacional para las Importaciones Agroalimentarias, integrado por los productores, los agroindustriales, los consumidores y el Gobierno Nacional. Este Consejo debería hacer un seguimiento de la producción y el abastecimiento de materias primas y alimentos (balances por rubros) y recomendar al Ejecutivo los volúmenes a importar, la época de realizarlos y las medidas de tipo económico que permitan su acceso al consumidor.

Insistimos en el tema de la vialidad agrícola. Cada día es más difícil trasladar las cosechas a los centros de acopio, procesamiento o consumo. Igualmente se ha hecho extremadamente embarazoso transportar la semilla, el fertilizante y los agroquímicos a nuestras fincas. Las unidades de transporte se deterioran y no conseguimos repuestos o tenemos que pagar fortunas por ellos. Durante este año el crecimiento de los fletes fue desproporcionado. Para solo citar un ejemplo, en el maíz el transporte de cosecha representó alrededor del 20% del precio fijado al productor. El Estado de la vialidad agrícola y la preferencia del transportista por la carga de la aduana de Puerto Cabello influyeron en esta situación.

Hemos denunciado hasta el cansancio la situación de inseguridad en la cual vivimos, cada día se producen más robos, atracos y secuestros en nuestras fincas, se hace más difícil pernoctar en ellas y nuestros trabajadores y familias están más expuestos.

Este análisis continuará en nuestro próximo boletín  

No hay comentarios:

Publicar un comentario