miércoles, 23 de diciembre de 2015

Llegaremos al cambio político dándole prioridad a la agenda legislativa social

El 6 de diciembre el pueblo se pronunció por el cambio de sus condiciones de vida, viendo al parlamento como su “tabla de salvación”, ante el naufragio político y económico de la nave roja ¿Cómo llegamos al cambio político? Dándole prioridad a una agenda legislativa de carácter social, que plantee soluciones a corto plazo en función de mejorar las condiciones de vida de nuestra población.

La agenda legislativa social, nos va a permitir conservar nuestros aliados, que son más de siete millones de ciudadanos que han depositado su confianza en nosotros. Nuestra Constitución Nacional establece que el parlamento nacional debe ejercer las funciones de legislar, controlar los demás poderes del Estado sobre todo al ejecutivo y ser el centro de la concertación y el debate de los asuntos políticos, sociales y económicos de nuestra nación.

Creemos que la primera preocupación de nuestra población es la alimentación, por lo tanto debemos legislar para modificar y derogar leyes, que impiden la producción y la importación de alimentos por parte del sector privado y crear la base legal, para impulsar la producción a corto mediano y largo plazo, es decir garantizar la seguridad jurídica de los integrantes de todo el Circuito Agroalimentario, que estimule la propensión a invertir y de producir los alimentos suficientes y oportuno, para llenar los anaqueles de las bodegas, abastos y automercados.

Tenemos que tomar en consideración que legislar en este sentido, no afecte a nuestra población que está en situación de pobreza extrema, por lo tanto, dentro de ese marco legal, se deben establecer medidas compensatorias, que permitan a estos compatriotas la plena capacidad para acceder a los alimentos.

La función de ejercer control sobre el gobierno, nos dará oportunidad mediante las interpelaciones a los altos funcionarios públicos, de conocer la capacidad y honestidad de los responsables de la producción y del abastecimiento de alimentos, para decidir su permanencia en el cargo.



Durante la vigencia del Congreso Nacional bicameral, una de las comisiones más importantes de ambas cámaras fue la Comisión de Agricultura y política Agraria, al instalarse la mayoría oficialista de la Asamblea Nacional, se eliminó esta instancia de concertación.


Es fundamental que en una asamblea de mayoría democrática, exista un foro de concertación y control de algo tan vital para una nación, como lo es la seguridad alimentaria y el bienestar de la población rural, en consecuencia hemos venido proponiendo la creación de una Comisión Permanente de Política Agroalimentaria y Desarrollo Rural, que sirva de foro y de control para garantizar una producción permanente de alimentos, dentro de un ámbito social cónsono con el desarrollo humano.

La agenda legislativa agroalimentaria, beneficiaría al cien por ciento de nuestra población que somos consumidores, además consolidará el desarrollo de 16 estados de nuestro país, que dependen desde el punto de vista social y económico de la actividad agrícola y pesquera. También tendría un efecto importante en la reactivación del sector agroindustrial.


Al Estado le corresponde apoyar esta iniciativa democrática y dar un giro hacia la modernización, o negarse al cambio popular y continuar intentando profundizar el modelo comunista comunal, valga la redundancia, y de esta manera ponerse en evidencia ante nuestro país, de que lo que le interesa es continuar con un modelo de ineficiencia y corrupción. En caso de negarse al cambio popular, nos estaría abonando el terreno para un cambio político a muy corto plazo.



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