Hemos seleccionado para esta parte de nuestro boletín, el análisis al programa del gobierno, para la producción de alimentos de este año. Este análisis fue realizado, por la Red por
la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución. Esta Institución es presidida por Vicente Brito, Expresidente de Fedecamaras.
Cuando
analizamos los programas de producción de alimentos para el 2015, nos
encontramos que todavía no se han sembrado ni siquiera un millón de hectáreas,
encontrándonos con el periodo de siembra del ciclo de invierno
bastante avanzado, ya que tradicionalmente es en mayo cuando se siembra la
mayor cantidad de hectáreas, en los llanos occidentales y centrales.
Voceros
gubernamentales informaron de un monto a invertir de 180 mil millones de
bolívares para la siembra de millones de hectáreas por parte de los organismos
públicos, que vienen programando y realizando cultivos a lo largo y ancho
del país con la participación de organizaciones sociales de
producción y colectivos agrícolas.
Los
gremios tradicionales de productores agrícolas a través de sus
voceros vienen, solicitándole al gobierno desde el pasado mes de enero, la
necesidad de importar repuestos para tractores, implementos para
la siembra, así como semillas y agroquímicos, sin que se hubiera
logrado una solución total a esta situación.
Las fábricas de
tractores instaladas en Venezuela en convenio con otros países no han logrado
una producción suficiente para cubrir la demanda. Unido a
que algunos productores se encuentran con equipos paralizados
por falta de repuestos. Así como el drama de los miles de productores
a los cuales les han quitado sus tierras quedando
estos sin poder realizar sus actividades agrícolas tradicionales, siendo
muchos de ellos los más eficientes en lograr altos volúmenes de
producción, pero lamentablemente hoy se encuentran empobrecidos al
gobierno apropiarse de sus medios de trabajo y sin recibir pago alguno por
sus propiedades tomadas.
Este ciclo de
invierno que comprende los meses de mayo a septiembre tradicionalmente
es de vital importancia para la producción de maíz, arroz, soya, caña de
azúcar, café, sorgo, yuca, entre otros, ya que conforman buena parte de
los productos esenciales para la alimentación de los Venezolanos y de algunos
de ellos se obtienen los ingredientes para fabricar
los alimentos concentrados para producir pollos, así como para carne
y leche. El otro ciclo de siembra es el llamado de norte o secano, que va de
octubre a enero pero la menor cantidad de lluvias y los horarios de
sol limitan la cantidad de hectáreas a sembrar y solo
sirven para ciertos cultivos.
Se
necesitaban sembrar alrededor de tres millones de hectáreas para lograr
estas metas sobre todo de cereales y oleaginosas, lamentablemente estas
no se van a lograr, ya que lo avanzado de las lluvias no facilitan las
labores agrícolas así como la mayor parte de las siembra
públicas no se han realizado. Son los privados los cuales a
pesar de las limitaciones para obtener los insumos los que han
logrado sembrar buena parte de lo que observamos a la fecha.
Lo
preocupante es que las siembras programadas por los organismos públicos con
fondos de la nación, son para realizarlas en las tierras quitadas a los
privados, que son más de cinco millones de hectáreas de las mejores del país y
donde sus antiguos propietarios producían lo que el país consumía sin necesidad
de importar y hasta se exportaba. Hoy vemos con tristeza como se repiten
los mismos errores en el manejo de estos programas, los cuales en el
tiempo de implementación de los últimos años no han logrado metas
significativas de producción pesar de los grandes recursos públicos invertidos
para ello.
Lo que si se
ha logrado es el aumento de la importación de maíz, sorgo, arroz, café, soya,
azúcar, caraotas, pollo, leche, carne, entre otros por miles de millones
de dólares pagándose a los precios internacionales. Mientras a nuestros
productores se les viene aplicando una política de controles de precio y
regulaciones que llevaron a muchos de ellos a la paralización de actividades.
Hoy los venezolanos sufrimos las consecuencias de la escasez de alimentos como resultado de las políticas públicas aplicadas al gobierno tomar el control de la mayor parte de la producción nacional, que condujeron a la minimización del sector productivo privado nacional. Sin embargo son los privados los que producen más del 80% de los productos agrícolas y alimentos que no se importan demostrando su capacidad y esfuerzo en sostener buena parte de lo que consumimos los venezolanos sin requerir de recursos públicos para ello.
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