miércoles, 28 de marzo de 2018

Negar el derecho a la alimentación es violar los derechos humanos


El hambre y la desnutrición constituyen la violación de un derecho humano, porque este padecimiento involuntario está asociado directamente a conservar la vida. El derecho a la alimentación está establecido en la normativa de las naciones unidas y además consagrado en tratados internacionales y regionales y debe ser de obligatorio cumplimiento de los Estados por tratarse de un derecho humano vinculado al derecho a la vida.

En nuestro país la pobreza, la escasez y la carestía de los alimentos ha generado una grave crisis que ha degenerado en una emergencia humanitaria caracterizada por el bajo consumo, la desnutrición, alto riesgo de enfermedades, cambio de patrones de consumo y la dependencia de millones de compatriotas que se surten de desechos para poder comer. Se estima que más del noventa por ciento de nuestra población carece de ingresos suficientes para comprar la canasta de alimentos fundamental para alimentar satisfactoriamente a su familia.

Estudios realizados por instituciones internacionales, han determinado que más del cincuenta por ciento de nuestra población está consumiendo alrededor de quinientas calorías diarias, cuando lo normal sería consumir entre 2.000 y 2.400 calorías. Sectores académicos y varias ONGs nacionales, han detectado  graves problemas de desnutrición en los sectores más vulnerables de nuestra población, sobre todo en la población infantil de menores de cinco años y adultos de la tercera edad.

En esta población vulnerable se han detectado la aparición de enfermedades asociadas a los altos niveles de desnutrición. En la población que lamentablemente depende de desechos para comer, se han producido numerosas muertes por ingerir desechos de alimentos con altos niveles tóxicos por su grado de descomposición o por ser residuos de materia prima vegetal no aptos para el consumo humano.

La tragedia humanitaria que padece nuestro país, no ha sido ocasionada por un enfrentamiento bélico o por una catástrofe natural. Asombrosamente para la observación internacional, ha sido causada por la corrupción y la mala gestión de un régimen irresponsable, que se empeñó en aplicarnos un modelo comunista fracasado disfrazado de socialismo. Para mayor tragedia, el paquete económico de este régimen tuvo como norte la destrucción del sector productivo de nuestro país, con notable ensañamiento en el sector agroalimentario.

A pesar de la destrucción de la producción interna el régimen logró mantener un espejismo de bienestar en la población más sensible económicamente, logrando aumentar el consumo con productos importados. Pero varios hechos económicos, los cuales han podido ser previstos y otros evitados por los planificadores del régimen, desataron la crisis: la disminución de los precios del petróleo y la caída de la producción de crudo y de la capacidad de refinación. Además, el régimen ha sido tan ineficiente, que con más de una década gobernando en bonanza económica, no hizo ningún esfuerzo por lograr la diversificación de nuestra economía, para hacerla menos dependiente de la renta petrolera.


El gobierno tuvo oportunidad en el 2014 de enderezar el rumbo aplicando correctivos a su distorsionada política macroeconómica, pero lo que hizo fue mantener su política equivocada, además incrementó las violaciones a la propiedad privada, aumentó los controles e intensificó medidas tendientes a generar mayor inseguridad jurídica en el sector de la producción de alimentos. De allí que consideremos que es el régimen el único responsable de la emergencia humanitaria que padece nuestra nación.

Bajo el entendido que es necesario detener la hambruna que azota a nuestra nación se debe constituir un frente amplio que agrupe a las ONGs que se han dedicado a investigar y proponer soluciones al problema del hambre, a los sectores académicos que a través de sus centros de estudio e investigación han afrontado el problema y a las fundaciones que han dedicado años de investigación al tema del hambre y la desnutrición.

En esta unión de voluntades debe tener participación también la Iglesia Católica y demás organizaciones religiosas, los gremios empresariales de los circuitos de producción agroalimentaria y los gremios profesionales de agrotécnicos. El factor institucional de la política es fundamental como ente aglutinador de la voluntad popular, por ello es imprescindible la presencia de la Asamblea Nacional y de los partidos políticos.


La finalidad principal de este Frente Amplio Contra el Hambre sería en primer lugar denunciar ante las instituciones regionales e internacionales defensoras de los derechos humanos, la hambruna que azota a nuestra población y la incapacidad que presenta el Estado Venezolano para resolverla. En segundo lugar, y no menos importante, sería el aporte de propuestas concretas para resolver de inmediato la terrible situación que está cobrando vidas en nuestro país y generando un éxodo de miles de compatriotas en la búsqueda de su seguridad alimentaria.

El hambre no espera, esta situación hay que atenderla de manera urgente.

“Los hombres necesitados no son hombres libres. Con gente hambrienta y sin trabajo se construyen las dictaduras.” Franklin D. Roosevelt, 1944 



CIFRAS DEL BOLETÍN AGROALIMENTARIO ENERO-FEBRERO 2018


CANASTA ALIMENTARIA


La Canasta Alimentaria Familiar aumentó en febrero de este año a 37.517.912,13 bolívares, un incremento de Bs. 13.115.145,03 de bolívares con relación a enero (24.402.767,1 bolívares). Representa 53,7% de aumento intermensual,  es la variación más elevada desde que se llevan estadísticas en nuestro país.
La canasta de alimentos tuvo un incremento interanual de 5.536%. En febrero del año pasado una familia debía tener 665.682,12 bolívares para pagar por los alimentos que requería en un mes.
Se requirieron 96,5  salarios mínimos para poder adquirir la canasta para una familia de cinco miembros.
El costo promedio de un almuerzo para un trabajador en diciembre de 2017 fue de 82.000,00 bolívares. El monto del ticket de alimentación era 18.300 bolívares diarios, que representaba 61 veces el valor de la unidad tributaria vigente, (300 bolívares).
CANASTA BÁSICA FAMILIAR

La Canasta Básica Familiar aumentó a 52.680.900,97 de bolívares en febrero de este año, 48,8% con respecto al mes de enero de 2018. Se necesitaban 1.756.030,03 bolívares diarios.
La variación anualizada para el período febrero de 2018 a febrero de 2017 es 5.609,9%.
 Fuente: Centro de Documentación y Análisis Social de la federación Venezolana de Maestros (CENDAS)
SALARIO INTEGRAL
Cinco aumentos salariales decretó el gobierno en 2017, en los meses enero, mayo, julio, septiembre y noviembre. En lo que va de esta año lo ha hecho en dos oportunidades: en enero y el último este 1ro de marzo, para un total de siete incrementos en apenas un año y dos meses.
Con la misma frecuencia con la que el gobierno aumenta el salario, la inflación devora la quincena de los trabajadores
El gobierno anunció un aumento de 58% del salario mínimo y 67% del bono de alimentación, a partir del primero de marzo de este año.
El aumento del salario mínimo fue de  Bs. 392.646.

El bono de alimentación fue aumentado a Bs. 915.000

Con este aumento el salario integral totaliza Bs 1.307.646

El nuevo salario mínimo integral solo alcanza para tres días de almuerzo de una familia promedio de cinco integrantes.

El nuevo ingreso alcanza para comprar tres kilos de carnes de res, que se vende en 420.000 bolívares o dos pollos, cuyo kilo está en Bs. 300.000. También alcanzaría para dos cartones de huevos, cuyo precio ronda los 580.000 bolívares, o para un kilo de jamón de pierna que está en el mercado en 1.200.000 bolívares.
Fuente: Sobre la Misma Tierra


A pesar de todos los aumentos de sueldo que ha decretado el gobierno, los venezolanos reciben más bolívares, pero pueden comprar menos bienes. Al comparar diciembre de 1998 con diciembre de 2017, el poder de compra real del ingreso mínimo integral cayó 90%. Durante diciembre de 2017 el poder de compra real del ingreso mínimo integral cayó 50%.

Fuente: Henkel García

DESEMPLEO

Desde 1998 hasta la fecha han cerrado más de 8.000 empresas industriales. Había 12.700 compañías que empleaban alrededor de 630.000 personas de manera directa. Ahora calculamos que hay 3.800 empresas, que emplean a 250.000 personas. Las empresas que quedan en el país solo usan 25% de su capacidad instalada y, ante la ausencia de cambios económicos, algunas deberán cerrar sus puertas.

Fuente: Conindustria

En 2017 el desempleo se colocó en 19% –el más alto de América Latina–, lo que equivale a 2.600.000 trabajadores. La población económicamente activa o fuerza de trabajo del país se estima en 13.950.000 personas.

Solo 4.000.000 de personas de la población económicamente activa laboraba en el sector formal durante 2017, un 28,5%.

El índice de ocupación en el sector informal es de 7.350.000 trabajadores, un 52,5%

Fuente: UNETE y Conindustria

El índice de desocupación puede alcanzar 26% este año, lo que incrementará el número de personas en sector informal con una tasa de 56%.

Fuente: Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato

Las estadísticas utilizadas por el FMI para establecer los cambios en el indicador del empleo, se rigen por los estándares internacionales y no por  la metodología que aplica el gobierno venezolano.

Según la metodología internacional, Venezuela figura en el último lugar de America, con una tasa de desocupación de 18,1%.

Fuente: Fondo Monetario Internacional

INFLACIÓN
La inflación en 2017 fue de 2.716.5%.

La inflación de febrero de 2018 fue de 80%.
La inflación acumulada de enero y febrero de este año es de 231,6%.
La inflación anualizada -calculada entre febrero de 2017 a febrero de 2018- fue de 6.147,1%

La principal causa de la voraz inflación es la impresión de dinero del Banco Central para financiar el creciente gasto público de sus empresas estatales, en medio de una recesión económica que ya se prolonga por cinco años.

Fuente: Comisión de finanzas de la Asamblea Nacional




 La inflación para el mes de febrero en el área metropolitana de Caracas fue de 37,38%, siendo la más baja desde noviembre de 2017. Las principales causas de esta reducción son: la lenta reposición de inventarios, que no permitió la actualización de precios de los productos, y la significativa caída del poder adquisitivo, que impidió realizar el alza de los precios.

El promedio de inflación mensual de enero y febrero del 2018; en el área metropolitana de Caracas es de 76,75%.
Las autoridades monetarias no están atendiendo el problema de inflación, al contrario, se sigue emitiendo una mayor cantidad de dinero en la economía a través de un abrupto aumento del gasto público, lo que tiene como consecuencia inmediata un aumento en el índice de precios, y una caída del salario real
Fuente: Cedice Inflaciómetro de Caracas
Inflación en alimentos en el mes de febrero
Todos los rubros subieron de precio en relación al mes de enero de este año

Azúcar y sal, 17,1%
Cereales y derivados, 141,3%
Pescados y mariscos, 63,1%
Café, 69,6%
Leche, quesos y huevos, 54,4%
Raíces, tubérculos y otros, 51,9%
Grasas y aceites, 102,9%
Salsas y mayonesa, 119,6%
Granos, 4,4%
Carnes y sus preparados, 23,6%
Frutas y hortalizas, 52,7%
ESCASEZ:
En febrero de este año 19 productos (32,75%) de los 58 que forman la canasta presentaron problemas de escasez, entre ellos leche en polvo, pollo, carne de res, hígado de res, margarina, azúcar, aceite de maíz, arvejas, lentejas, caraotas, arroz, harina de trigo, avena, pan, pastas alimenticias y harina de maíz
Fuente: Centro de Documentación y Análisis Social de la federación Venezolana de Maestros (CENDAS)

PETRÓLEO
En febrero, siguió la caída de la producción de petróleo en Venezuela, ubicándose en 1.548.000 barriles diarios. Perdió 99.000 de barriles diarios en dos meses. Si continúa esta tendencia se colocaría la producción a finales de este año en 1 millón de barriles diarios.
Según el informe de la OPEP, el bombeo de sus catorce miembros bajó en febrero debido sobre todo a la caída de las extracciones de Venezuela (-52.400 b/d), Emiratos Árabes Unidos (-34.300 b/d) e Irak (-25.500 b/d).
CARTERA AGRÍCOLA
La Cartera Agrícola creció 44,66% en el primer mes del año

Para el 31 de enero 2018 la banca debía colocar el 13% de su cartera bruta de diciembre de 2017 (Bs 5.463.949 millones)  y alcanzó los 6.674.143 millones, un 16,82%, incluyendo Bs 280.013 millones en Certificados de participación en Bandes. Lo que significó un incremento por 2.060.540 millones de bolívares, un 44,66% sobre diciembre de 2017.

La banca privada aportó el 65,62% de los agrocréditos y la del Estado un 34,38%.

El Banco Agrícola de Venezuela colocó 922.933 millones de bolívares con una cuota de 12,15% del total, para llegar a los 7.597.076 millones de bolívares de financiamiento en el campo.

La morosidad ampliada conformada por los créditos reestructurados, vencidos y en litigio sumó 5.104 millones de bolívares, correspondiendo el 77,54% al Banco Agrícola.

Para el mes de febrero la obligatoriedad se elevó al 14% sobre la Cartera Bruta de diciembre de 2017 (Bs 5.463.949 millones).


Cinco bancos no lograron el porcentaje requerido.


Un Nuevo Tiempo, compromiso permanente


II Congreso Federal


Nuestro partido convocó el Congreso Federal, con la finalidad analizar la grave situación social, política y económica que atraviesa nuestro país. Se actualizo la norma estatutaria que rige nuestra organización y se eligió  la Dirección Ejecutiva Federal.

La exposición central del acto estuvo a cargo del compañero Manuel Rosales, quien resultó electo Presidente Nacional de nuestro partido:

Nuestro partido trabajará “en la defensa del estado de derecho, por unas elecciones libres, por el respeto a las instituciones y a la propiedad privada como valor del ser humano. Un Nuevo Tiempo es el ideal por la vida, por la prosperidad, la libertad plena y la búsqueda de la felicidad de nuestra población”.

“El ingreso de la población ha quedado pulverizado, y al tipo de cambio de paridad, el salario mínimo representa 35 centavos de dólar diarios. Ese salario solo cubre un 2% de la cesta alimentaria. Voces de desesperación y de reclamo se escucha en toda Venezuela, por la falta de alimentos y medicinas.”, dijo Rosales.

Este Gobierno ha sido indolente al dolor de las familias que se desintegran con el éxodo masivo especialmente de jóvenes,  quienes salen del país buscando ingresos económicos y bienestar que no consiguen aquí.

“Lo ideal sería la aplicación de una política económica que favorezca el desarrollo productivo, la generación de empleo, de buenos salarios que acabe con la hiperinflación, la escasez y la especulación. Un modelo que garantice educación de calidad, seguridad social y servicios de salud eficientes”.

Finalmente se refirió al Frente Amplio Venezuela Libre,  al que se sumó UNT a fin de unir esfuerzo para lograr una salida democrática a la crisis del país.

Cumplimos 11 años en nueva sede

Nuestro partido conmemoró el aniversario número once de su fundación. Fue oportuna la ocasión para abrir al pueblo nuestra nueva sede nacional, ubicada en el municipio Chacao del Estado Miranda.

En el marco del 11 aniversario de la fundación del partido, en el que se inauguró también la nueva Sede Nacional de la organización, en Caracas. Rosales señaló: “Enfrentamos desde el primer día a este Gobierno que representa un modelo político atrasado, obsoleto y absolutamente despiadado, que ha llevado al país a una gravísima crisis social, política, económica y cultural”.
“Es urgente un cambio político profundo, que haga posible una convivencia solidaria. Salir de esta tragedia, sin violencia, sin matarnos, guiados por la Constitución, esa siempre ha sido nuestra bandera, nuestra consigna, nuestro ideal”.
Asimismo, invitó al Gobierno a rectificar, a establecer un cronograma electoral, garantizar unas elecciones trasparentes y que reflejen el acuerdo del país en el marco de la Constitución, las normas legales de ordenamiento jurídico. Como también, un Consejo Nacional Electoral equilibrado, con observación internacional, desde el inicio del proceso, con la apertura del registro electoral, auditoria al sistema y el respeto al voto.



¿Qué dice la Encovi 2017 sobre la calidad de vida de los venezolanos?


En este espacio de nuestro boletín hemos seleccionado un interesante trabajo del periodista Victor salmerón, publicado en el portal Prodavinci. De este trabajo hemos hecho un resumen, publicando lo referido solamente a los temas de la pobreza y del hambre.

¿Qué dice la Encovi 2017 sobre la calidad de vida de los venezolanos?

Víctor Salmerón
Prodavinci 21/02/2018
La Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello, la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar refleja cómo la contracción de la economía y la inflación se traducen en incremento de la pobreza y deterioro en variables esenciales como educación, salud, alimentación, seguridad y calidad del empleo.
El estudio recolectó datos de 6.168 hogares de distintas regiones del país entre julio y septiembre de 2017. Para medir la cantidad de hogares en pobreza, de acuerdo al ingreso, la Encovi contempla que las familias que no obtienen suficiente dinero a través del salario, bonos, becas y pensiones, para comprar cada mes una canasta de alimentos básicos que permita a cada integrante ingerir al menos 2.200 calorías diarias son catalogadas como pobres extremos. Luego, las familias en las que su ingreso no les permite costear una canasta que añade a los alimentos básicos servicios esenciales como luz eléctrica y transporte son pobres.
Las magnitudes de la pobreza



 La encuesta determina que la proporción de los hogares sumergidos en la pobreza aumentó desde 81,8% en 2016 hasta 87% en 2017. Al mismo tiempo, la magnitud de los que se encuentran en pobreza extrema se elevó desde 51,5% hasta 61,2%.
María Gabriela Ponce, sociólogo, quien se desempeña en el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello, explica que para determinar la pobreza extrema se estableció una canasta de cincuenta alimentos, igual a la que utiliza el Instituto Nacional de Estadística (INE), que para el momento de la recolección de datos tenía un costo de 686 mil bolívares.
 “Esto nos da una idea del impacto de la inflación. Hoy en día con 686 mil bolívares solo se puede adquirir un cartón de huevos”, dice María Gabriela Ponce.
 Además del indicador basado en el ingreso, la Encovi realiza una medición multidimensional soportada en cuántos hogares presentan una o más de las siguientes características: viviendas inadecuadas, viviendas sin servicios de saneamiento básico, inasistencia escolar de los niños, hacinamiento crítico y alta dependencia económica. Con estos elementos se construye la pobreza por necesidades básicas insatisfechas.
Explica María Gabriela Ponce: “Combinando medidas de pobreza estructural como la que arroja la medición de las necesidades básicas insatisfechas y coyunturales, como la que surge del cálculo por la línea de ingreso, se construye un indicador integrado que permite saber cuánta de la pobreza es reciente y cuanta es crónica o difícil de superar. Del total de pobreza, 56% es reciente y 30% crónica. Si se mantiene el empobrecimiento como hasta ahora, año a año, el peso de la pobreza reciente será menor, el de la crónica mayor y en consecuencia a los hogares les costará mucho más salir de la pobreza”.
 La Encovi realiza una tercera medición de la pobreza que se ajusta al método adoptado por la Cepal, conocido como multifactorial. Este toma en cuenta cinco variables: condición de la vivienda (piso de tierra, ocupación ilegal, tres o más personas en un cuarto), servicios (abastecimiento de agua por vía distinta al acueducto, interrupción del servicio eléctrico), estándar de vida (ingresos per cápita insuficientes para cubrir necesidades alimentarias), educación (rezago e inasistencia escolar de los niños), trabajo y protección social (hogares donde al menos una persona de entre 15 y 65 años de edad está desempleada o donde ninguna tenga seguro, jubilación o algún sistema de previsión social).

“Este indicador muestra el tamaño de nuestro empobrecimiento y sus causas. Entre 2015 y 2017 aumentó en 10 puntos porcentuales desde 41,1% hasta 51,1%, lo que quiere decir que el empeoramiento de la calidad de vida no sólo se relaciona con la pérdida del poder de compra sino que afecta las dimensiones más estructurales de los hogares”, afirma María Gabriela Ponce.
Agrega un dato que evidencia que la situación es más precaria en las ciudades pequeñas y caseríos: “Hay una profunda desigualdad territorial. En Caracas, donde vive menos del 20% de la población, la pobreza multidimensional alcanza el 34% de los hogares; en la zonas menos pobladas donde en conjunto vive alrededor del 25% de la población, la pobreza más que se duplica y alcanza 74%”.
Luis Pedro España, sociólogo y quien junto a María Gabriela Ponce realiza el estudio de pobreza, indica que “está creciendo la pobreza estructural porque no hay una política social sectorial que distinga las necesidades de los hogares de acuerdo a sus distintas características y evite las prácticas que llevan a que una familia se atornille en la pobreza como la reducción del consumo, deserción escolar, iniciación temprana en el trabajo y liquidación de activos. Estas son las cosas que hacen que una crisis de ingresos se transforme en un alza de la pobreza estructural”.
Los programas sociales que el gobierno engloba bajo el paraguas de Misiones prácticamente han desaparecido y se limitan a la entrega intermitente de las cajas o bolsas de comida por parte de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
El número de personas atendidas por Barrio Adentro (la misión emblemática en el área de salud) cayó desde 2,6 millones en 2015 a menos de 200 mil en 2017 mientras que 12,6 millones de personas afirma haber recibido alimentos a través de los CLAP.
 “La frecuencia de recepción de las bolsas o cajas CLAP es discrecional. Poco más de la mitad de los hogares beneficiarios no la reciben periódicamente, porcentaje que aumenta al 69% en las ciudades pequeñas y caseríos”, añade María Gabriela Ponce. 
El hambre



Marianella Herrera, médico y profesora de la Universidad Central de Venezuela, resumió los hallazgos en materia de alimentación:
“El 89,4% dice que el ingreso familiar es insuficiente para la adquisición de alimentos, 70,8% señala que desde junio de 2016 ha experimentado alguna situación en la que los alimentos que tiene no son suficientes y no cuenta con dinero para comprar más, mientras que 70,1% ha experimentado alguna situación en la que el dinero no alcanza para comprar comidas saludables y balanceadas”.
Agrega Marianella Herrera que 79,8% afirma que en los últimos tres meses ha comido menos porque no había suficiente comida en el hogar y 78,6% porque la escasez le impidió adquirir los alimentos, mientras que 61,2% se ha acostado con hambre.
“Para determinar Inseguridad Alimentaria, tres o más respuestas positivas permiten clasificar a un hogar como inseguro desde el punto de vista alimentario. El resultado es que el 80% de los hogares presenta inseguridad alimentaria, 8,2 millones de venezolanos ingieren dos o menos comidas al día. Seis de cada diez venezolanos han perdido aproximadamente 11 kilos de peso en el último año por hambre” explica Herrera.
 La dieta tradicional continúa perdiendo calidad y cantidad. Destaca la disminución del aporte de harina de maíz, y la que se expende en su mayoría es importada, la cual no está enriquecida como lo exigen las regulaciones nacionales. La dieta se centra en arroz, maíz, harina de trigo y tubérculos”, añade.
Marino González, médico y profesor de la Universidad Simón Bolívar
 “Venezuela vive un shock prolongado en lo político, lo económico y lo social. Debemos tomar en cuenta que los datos de esta Encovi se recogieron cuando la hiperinflación no había comenzado a mostrarse abiertamente, por lo tanto, la situación en este momento debe ser peor en todas las áreas”, concluye Marino González.