Hay una exigencia popular de cambio en Venezuela y
la victoria de las fuerzas democráticas el 6 de diciembre, sería la expresión
de este cambio. Venezuela quiere cambiar esta forma de gobierno que pretende
controlar nuestra forma de vida y hasta nuestras costumbres y maneras de
alimentarnos.
Se
ha conformado una nueva mayoría social en Venezuela. Esta nueva mayoría
conformada por los pobres y los empobrecidos, que están sufriendo el fracaso de
un gobierno que lo controla todo, menos la delincuencia y la corrupción. Una
nueva mayoría que quiere un cambio profundo pero pacífico, y que está dispuesta
a luchar con la esperanza de lograr un nuevo modelo de economía productiva que
genere bienestar social y empleos decentes.
Existe
actualmente una enorme diferencia, entre los intereses de la inmensa mayoría de
la población, que quiere un cambio político y aquellos que circunstancialmente controlan, de forma arbitraria, la Asamblea Nacional. También la mayoría de
nuestro país rechaza al actual poder ejecutivo y a los demás poderes del
Estado. Serán las elecciones parlamentarias la oportunidad, para iniciar la
solución a este conflicto y garantizar la construcción colectiva de un cambio
político pacífico, como lo deseamos los venezolanos.
En
la construcción colectiva de un cambio político democratizador, una victoria
electoral de la oposición, que se convierta en una Asamblea Nacional con
mayoría opositora, representaría una transformación sustancial en la
correlación institucional del poder.
Desde
la Asamblea Nacional podemos evitar, que las medidas económicas del gobierno
violen la constitución y las leyes. Esta anormalidad impuesta por el gobierno
nacional, impide la actividad productiva generando pobreza, escasez, alto costo
de la vida y desempleo.
La
crisis de nuestro país, es consecuencia del proceso diario de destrucción, de
nuestra capacidad productiva. Destrucción que ha desatado implacablemente el gobierno
nacional.
Los venezolanos podremos detener la crisis y el empobrecimiento actual, si se nos permite el desarrollo pleno de nuestra capacidad productiva. Hoy esta capacidad productiva está siendo bloqueada por un modelo económico que nos ha empobrecido a todos.
Vamos
a evitar que continué el modelo económico del gobierno, que ha envilecido el
bolívar y ha empobrecido a nuestra
población y lo vamos hacer modificando las leyes inconstitucionales, que
impiden el libre desempeño de la producción privada.
Tenemos
que detener este modelo económico obsoleto, que nos castiga con la creciente
escasez, el alto costo de la vida, la mala calidad de los productos, la
disminución del consumo, con el aumento de la pobreza y con la pérdida del
poder adquisitivo del salario. Tenemos que detener este modelo económico, que
solo beneficia y ha enriquecido a un pequeño grupo de “enchufados” ligados al
gobierno.
Detendremos
este modelo arcaico, modificando las leyes aprobadas en su mayoría con
habilitantes, por instrumentos legales que estimulen la producción interna, que
es la única solución para abatir la escasez y el alto costo de la vida.
Aumentando la oferta de productos de calidad hechos en Venezuela, vamos a
aumentar el consumo y a disminuir la pobreza.